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Chantal Andere aparece con un elegante vestido en negro y dorado, con un look de diva de los 40, lista para alzar su copa y realizar un brindis por lo que anhela para estas fiestas de fin de año.
“Deseo mucha salud para mí, para toda mi familia, mis amigos, mis compañeros, mis empleados, las gente que me rodea, yo creo que partiendo de ahí tenemos un poco todo. Deseo fervientemente que haya mucha paz y tranquilidad en mi país, necesitamos una nación sin tanta violencia, porque amo a mi México”.
Navidad y Año Nuevo son fechas importantes para la protagonista de El beso de la mujer araña y es por eso que la pasa en familia, sobre todo ahora que es mamá y estas festividades despiertan ilusión en sus hijos, Natalia de 9 años y Sebastián de 4.
“Están en una edad en que les emocionan sus regalos, Santa Claus, los Reyes Magos, por eso creo que son momentos en los que, aunque trabajes mucho, te das tiempo para estar en familia, convivir y agradecer”.
Parte de la convivencia que tiene con ellos incluye sentarse en el sillón, palomitas y manta incluidos, para ver todas las películas de Navidad que puedan y también la colocación del árbol y el nacimiento.
“Saben perfectamente lo que significa la Navidad, que no solamente son regalos, es el nacimiento del niño Jesús y todo tiene un por qué, que es la cultura con la que yo crecí, con esta cuestión católica y muy creyente, somos muy devotos de la virgen de Guadalupe y me casé con un hombre con la misma devoción”.
Al recordar su propia infancia, Chantal trajo a su mente el obsequio navideño que más le emocionó: su primera bicicleta, la cual recibió por parte de los Reyes Magos mientras se encontraba vacacionando en Acapulco; por eso fue triste descubrir la verdad sobre estos personajes.
“Es una cosa que presientes, escuchas pero quieres que te digan que no, entonces era ya como una negación absurda porque ya tenía como 12 años. Esas cosas ahora las vives igual de fuertes con tus hijos, a través de su inocencia, de su sorpresa, de su agradecimiento.
“He tratado junto a mi esposo, mi madre y mi suegra de que ellos entiendan de que todo premio tiene un por qué y hay que ganárselo, con las calificaciones, al ser educados, agradecidos, pidiendo las cosas por favor y dando las gracias siempre, porque sino es imposible que tú pretendas que tus hijos seas personas de bien al llegar a la adultez. Todos los años las cosas que no usan las llevamos a una casa hogar, donde hay niños y niñas sin familia y que están bajo el cuidado de unas religiosas”.
Este fin de año, ella y su familia, incluida su mamá Jacqueline Andere, pasarán las fiestas decembrinas disfrutando de la arena y el mar en alguna playa de México, por eso no usarán sus dotes culinarios en esta ocasión, pero sí degustarán los platillos típicos para estas cenas.
“Cenamos lo tradicional: el pavo, bacalao, romeritos, todo lo que es la tradición de estas festividades”.
Año Nuevo no es la excepción, Chantal junto a su esposo Enrique Rivero Lake, realizan los respectivos rituales para atraer la buena vibra, la salud y la fortuna.
“Barrer con la escoba para sacar las cosas malas, ponerte unos chones rojos o amarillos, poner un billete en el zapato todo el día 31 y no usarlo, todo eso. Sí creo en ellos, pero me ha tocado estar en lugares donde no he podido realizarlos y no pienso que me va a ir mal todo el año, pero me gusta creer y si es realidad o no, es como una ilusión y que te mantiene esperanzado para muchas cosas”.
Los propósitos de año nuevo no son un problema para Chantal, gracias a que es muy disciplinada y constante en lo que hace, por eso dice, siempre cumple su lista.
“Cuando me propongo algo soy muy tenaz y testaruda, para bien, siempre tratando ser una mejor persona. Soy muy comprometida conmigo misma, mi vida personal y laboral, no me permito flaquear”.
A pesar de que estas fechas son sinónimo de alegría para Chantal, no puede evitar la nostalgia cuando recuerda a los que se fueron, entre ellos a su padre, el escritor José María Fernández Unsáin (1918-1997).
“Lo recuerdo todos los días a través de mis hijos, les platico mucho de él, les muestro fotos y les cuento anécdotas, es imposible no pensar en lo que mi papá estaría haciendo en estas fechas; pero lamentarse por los que ya no están es un poco injusto, cuando tienes tantas cosas que agradecer”.
Pasar estas fechas lejos de su familia es impensable para Chantal, por eso, si durante un proyecto Navidad o Año Nuevo están dentro del esquema, negocia desde los descansos, aunque recordó que una vez trabajó el 25 de diciembre y el 1 de enero, cuando era parte del musical Víctor Victoria en 2009, pero al estar soltera cuenta que fue hasta divertido.
“Por eso también pido que el próximo año los teatros estén a reventar y la gente quiera tener este tipo de cultura en su vida”.