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Han pasado 15 años desde que Camila lanzó su canción “Abrázame”, de su primer disco Todo cambió; en esencia Mario Domm y Pablo Hurtado son los mismos; han madurado, coinciden, pero mantienen el objetivo original: hacer la música que les nace y no adecuarse a las modas ni a los sonidos que sean tendencia.
Así como se han mantenido firmes en lo que creen, con cambios en su alineación y una industria musical que evoluciona, han aprendido muchas lecciones.
“Creo que la más importante es ver a través de los años cómo cambia la música, las modas, cómo de repente alguien es muy relevante un día y al siguiente está olvidado”, dice Pablo.
También consideran que en su carrera se necesita constancia.
“Surge el reto de hacer canciones que se vuelvan universales y atemporales, que puedas escuchar hoy en día, aunque fueron compuesta hace 20 o 30 años, que aún sientas algo o te recuerde una etapa importante de tu vida. A eso apostamos con Camila, a hacer canciones que se puedan quedar más tiempo y que no estén ligadas a un sonido de moda sino a ir más allá a la profundidad”.
Mario Domm concuerda e insiste en que no hay precio que logre arrebatarle a Camila su ADN.
“Esta es una carrera de resistencia, no de velocidad. Por eso damos pasos con cuidado y respeto para la gente; construir y entrar en el alma por medio de la música de las personas es muy complicado y hoy, que la gente está más distraída, conectar es más difícil, y una canción de verano no te va a hacer tocar las fibras que queremos, que son las profundas. Ahí es cuando debemos reflejar el amor que tenemos por la música”.
Mario explica que Camila tiene para rato porque, aunque ha habido ofertas para hacer cosas que no les parecen, han tenido cuidado y han aprendido a decir no.
“Nos damos cuenta que la base de artistas como Marco Antonio Solís, con quien hemos hemos estado cerca, está fundamentada en la honestidad; Camila no es una banda que se pueda prostituir, no lo ha hecho y no lo haría”.
Con esta forma de pensar y luego de cuatro años desde su último disco, el dúo estrena hoy el video “Te confieso” donde, “de una manera diferente y casi poética”, dicen, aborda temas como el sexo y la infidelidad.
Domm explica que tardaron porque simplemente estuvieron viviendo.
“Tuvimos hijos, y creemos que esa etapa no podíamos perderla, había que pasarla en casa”.
La otra razón es que, lo que escriben y dicen es algo que viven y que fue buscado; la inspiración, afirman, fue la que los guió.
“La inspiración nos han regalado temas muy familiares y es un disco que habla de la familia, estamos tratando de rescatar los valores que hoy en la música quizá han estado un poco rezagados. No es conservador, al contrario, Cianuro y miel (nombre del álbum) que saldrá en el primer semestre del año— como hablamos en esa canción, es una forma muy poética de hablar de la infidelidad y el sexo, así que queremos cuidar y ser muy coherentes en lo que hacemos en nuestra carrera”, explica Domm.
Si bien Hurtado y Domm se consideran “artesanos” al entrar al estudio o cuando componen sus letras, no descartan colaboraciones con otros artistas, siempre y cuando se dé de forma profunda y no por añadir likes o followers en sus redes sociales.
“Yo he tenido la desfortuna de cada vez que conozco un artista nuevo, en vez de sentir admiración, me desilusiono, ya tengo mucho miedo de conocer a gente que admiro”, dice Mario riendo.
“Pero es tan bonito el misterio, cuidarse, y no estar todo el tiempo dando la cara y mostrando todo lo que pasa en tu vida, así que admirar profundamente hoy a alguien me parece más complicado. Así que cuando vean a Camila con alguien es porque de verdad lo admiramos”.
La paternidad. Mario y Pablo comparten que ser padres les ha permitido ver la vida y componer música bajo un nuevo prisma.
“En mi caso yo tengo una bebé de menos de un año, así que soy bastante nuevo en la paternidad, y definitivamente ha cambiado mi vida, mis prioridades y me ha dejado ver el amor desde otra perspectiva, desde otra profundidad; estoy gozando muchísimo esta etapa. Creo que también musicalmente se va a ir reflejando todo lo que vivimos en nuestras vidas personales”, explica Pablo.
“Pablo y yo hemos crecido muchísimo, con mis hijos de cuatro y de dos he recordado muchas cosas que olvidé por ser adulto, y eso ha sensibilizado y ha abierto otra parte de mi alma como compositor”, agrega Mario.