estuvo bajo el escrutinio desde los seis años. No fue fácil sobrellevar una niñez perdida entre castings, problemas intrafamiliares y reflectores; ni una adolescencia enfocada en su vida sexual y amorosa, siempre bajo el lente de los paparazis.

La Princesa del pop cayó desde lo más alto del éxito, hasta convertirse en alguien mentalmente incapaz de manejar su vida.

Sucedió en 2008, cuando Jamie Spears, el padre de la cantante, obtuvo el control total de sus asuntos legales, sus finanzas y bienes debido al periodo de salud mental por el que estaba atravesando su hija. En ese momento, tanto su expareja y padre de sus hijos, Kevin Federline , como su manager y otros allegados parecieron aprovecharse de la situación y arrebatarle su fortuna.

De acuerdo a la abogada Leslie Jiménez , de la Red de Abogadas Violeta, que en México brinda asesoría legal con perspectiva de género a mujeres víctimas de violencia, el proceso judicial de la cantante tuvo una “serie de factores muy machistas y claramente muy estereotipados”, algo que viven muchas mujeres sean famosas o no.

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“El caso de Britney da mucho de qué hablar porque la ley en Estados Unidos, contrario a lo que uno se puede imaginar, no tiene esta facilidad de aplicar o analizar la perspectiva de género. Es muy raro que los casos se analicen de esta manera. Ellos ven la perspectiva de género como una cuestión de igualdad y no la ven desde una posición de equidad que es algo muy diferente”, comenta.

Si bien es cierto que la cantante sufría depresión y otros problemas de salud mental documentados, también influyeron mucho las críticas constantes de los medios y el público en general.

Cuando se convirtió en madre en 2004, por ejemplo, se esperaba ver a la cantante de 23 años como una señora formal, con un comportamiento recto, cuidando de sus hijos sin salir de casa, contrariamente a lo que hizo: ser vista en fiestas constantemente, con ropa informal, sin maquillaje y desaliñada.

“No es la misma situación en una mujer que en un hombre. Lo podemos ver en el tema de custodia de hijos, siempre la mamá debe de tenerlos para efectos de cuidado y, por ende, se le pide ser recta, una persona sin faltas, una madre no puede ser mujer, que no puede tener novio, que no puede salir, que no puede tener una vida casual. Hasta ya es como normal decir ‘la custodia se la van a dar a la mamá’, y se la dan no porque esté bien, sino por un estereotipo de género ”, explica la abogada.

Ya en septiembre de 2019, la estrella pop tuvo que llegar a un acuerdo para ceder casi toda la custodia de sus hijos a su exmarido, el bailarín Kevin Federline. Britney solo logró 30% de derechos para poder estar con Jayden y Sean, de entonces 12 y 13 años, sin supervisión.

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“Fue vista como una persona incapaz y Kevin Federline recibió una pensión por parte del papá de Britney, que es el que administra sus bienes. Son una serie de limitaciones con las que tiene que vivir porque el estado la considera incapaz, alguien disminuida, no una persona normal”.

Los problemas de Britney no iniciaron en el 2008, con su primera crisis mediática , ese sólo fue el momento en que tocó fondo. A los seis años de edad, su madre Lynne Spears empezó a buscar en diferentes medios la fama de su hija, viajó con ella a distintos lugares de Estados Unidos para que audicionara en programas televisivos, hiciera comerciales y ganaba concursos de canto.

Su ambiente familiar no era el más sano, el alcoholismo de su padre hizo que viviera violencia, al estar escuchando constantemente las peleas de sus padres y más la obsesión de su madre por convertirla en famosa, empezó a perjudicar en la psique de la infancia de la cantante, analiza Blanca Gil , psicopedagoga, especialista en adicciones.

“Se convierte en estrella muy joven. Se vuelve famosa, con mucho dinero a una edad muy temprana, en la Princesa del pop, así que lo que vivió ella es multifactorial. Desde niña empieza a vivir situaciones complicadas, como el manejo del éxito, sus padres la utilizaban, absorbían todo el control, y fue complejo, ella también vivió una vida de excesos constantes”, señala.

“Le tocó muy de niña estar expuesta al escrutinio público y complica de manera importante a que se deteriore más su salud emocional , no sólo sus padres y luego su pareja abusaron emocionalmente de ella, sino la gente que trabajó a su alrededor”, ahonda Gil.

Las especialistas coinciden en que, aunque Britney estaba acostumbrada a los reflectores desde niña, la exposición pública que se le dio, el consumo de drogas y, en especial, la violencia de género que sufrió desde joven fueron factores para su desequilibrio.

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Un ejemplo fue el tipo de “publicidad” que recibió en nombre de su virginidad, cuando el tema se agotó, le siguió el escándalo de infidelidad del cantante Justin Timberlake , para luego explotar una imagen más sexualizada. Algo que después le fue reprochado cuando fue madre, al ser criticada mundialmente por mostrarse menos “maternal”.

A sus 39 años la cantante sigue siendo, para la ley y cierto sector de la sociedad, una persona incapaz mentalmente para decidir sobre su vida, motivo por el cual libra una batalla legal que poco a poco le restaura su libertad, la cual sigue bajo la lupa de la crítica mundial.

“La batalla que ganó recién con su padre es importante. No sólo la reactiva en seguir usando sus bienes, sino en su vida personal. Tal vez en un futuro busque la custodia de sus hijos, ahora su padre ya no tiene la concentración del poder, ahora es una ‘tutoría compartida’, antes él era la figura única, él tenía la decisión final para todo”, comenta la abogada.

Cronología

La vida de Britney no es solamente la de una famosa en desgracia.

Britney Spears, víctima de su propio éxito
Britney Spears, víctima de su propio éxito

1988

Como niña estrella, Britney Spears tiene su primer trabajo profesional en una obra musical: Ruthless!

Britney Spears, víctima de su propio éxito
Britney Spears, víctima de su propio éxito

1998

Salta a la fama mundial con su éxito “Baby one more time”, con una imagen de colegiala sensual y deshinibida.

Britney Spears, víctima de su propio éxito
Britney Spears, víctima de su propio éxito

2000

Tiene una relación con Justin Timberlake, catalogado como un “chico bueno”, de rizos rubios y novio ideal.

Britney Spears, víctima de su propio éxito
Britney Spears, víctima de su propio éxito

2003

Durante la entrega de los premios MTV de 2003, Britney y Madonna cantan a dueto y al final se besan.

Britney Spears, víctima de su propio éxito
Britney Spears, víctima de su propio éxito

2004

Britney se casa con Kevin Federline, un bailarín, modelo y rapero. Estuvieron juntos dos años.

Britney Spears, víctima de su propio éxito
Britney Spears, víctima de su propio éxito

2006

Ya siendo madre, Spears tiene una etapa de juergas con amigas como Lindsay Lohan y Paris Hilton.

Britney Spears, víctima de su propio éxito
Britney Spears, víctima de su propio éxito

2007

Fracasa en un intento de rehabilitación de sus adicciones y termina en una peluquería, donde se rapa la cabeza.

Britney Spears, víctima de su propio éxito
Britney Spears, víctima de su propio éxito

2016

Desde hace un lustro, Britney ha entablado varias luchas legales para recuperar la custodia de sus dos hijos.

30 años

de carrera artística suma Britney; ha grabado 9 discos en total.

Frase

"La ley en Estados Unidos no tiene esta facilidad de aplicar o analizar la perspectiva de género. Es muy raro que suceda”

. Leslie Jiménez . Abogada.