La primera vez que José Ángel Bichir intentó ver Sexo pudor y lágrimas no lo dejaron entrar al cine, no era mayor de edad y la película es clasificación C, pero él como otros jovenes no sólo tenía la curiosidad de saber qué pasaba en la cinta de la que todo el mundo hablaba, sino que también quería ver a su tío, Demian, quien protagonizaba la cinta.
Era 1999 y Demian interpretaba a Tomás, un hombre que regresa a México después de siete años y tras visitar a sus amigos Carlos (Víctor Hugo Martín) y Ana (Susana Zabaleta), seduce a Ana, cuando ella pasa por una crisis matrimonial. Carlos expulsa a Tomás de la casa, pero en vez de él, se va Ana. Esto comienza una guerra de sexos cuando Miguel (Jorge Salinas) se muda con ellos y Ana al departamento de Miguel para unirse con Andrea (Cecilia Suárez) y María (Mónica Dionne). Marcó el inicio de ‘la nueva era del cine mexicano’ con 27 semanas en cartelera.
“Era mucho morbo porque queríamos saber qué estaba pasando con la película y no me dejaban verla, finalmente creo que hasta un año después pude verla porque me la regaló Demian en VHS en un cumpleaños y fue muy emocionante porque fue todo como un símbolo de iniciación, como de ‘ya estás más grande’”, cuenta José Ángel.
Justo antes de que comenzara la pandemia, Matthias Ehrenberg, el productor de la cinta, lo invitó a ser parte de una continuación. La noticia lo entusiasmó además porque con su papel de Mateo dará vida al hijo de Tomás, que en el pasado fue su tío. Él mismo le avisó a su tío cuando ya estaba filmando, pues asegura que en su familia, aunque la mayoría se dedican al cine, no se dan consejos ni mantienen constante comunicación, sino que “cada quien forja su camino”.
“Demian se enteró porque andábamos en friega, él estaba filmando con George Clooney, entonces casi no lo podíamos contactar, yo por mail finalmente lo hice, pensé: ‘tengo que avisarle’ y le dio gusto”, afirmó.
El actor, que comenzó su carrera en la década de los 2000, resalta que en la nueva cinta se aborde la historia desde un punto de vista actual y ponga temas que considera ya deberían ser tratados con naturalidad, como la transexualidad y el feminismo.