Los sueños de Bianca Marroquín han cambiado a lo largo de los años. Su dedicación al teatro, durante un cuarto de siglo, la llevaron a ser la primera mexicana en protagonizar un musical en Broadway: “Chicago” .
El 27 de octubre, la actriz cumplirá dos décadas en este montaje, pero todo este tiempo le ha hecho cambiar de perspectiva y aunque vive el sueño de estar en Broadway, hoy sus prioridades son otras, por lo que no sabe cuánto tiempo permanecerá en esta producción.
¿La razón? Le encanta interpretar un papel de vida, el de ser madre.
"Esto ya lo hice, dedicarle muchos años al teatro. No sé si quiero más”, confiesa en entrevista.
“Estoy casada, tengo a las tres hijas de mi esposo que no me han visto en un mes, porque he estado en ensayos, a veces se quedan a esperarme hasta tarde después de una función, porque simplemente quieren darme un abrazo, me duele que no estoy con ellas los fines de semana”.
En mayo de 2019, la actriz mexicana se unió en matrimonio con el empresario Joseph Schottland , quien tiene tres hijas de un matrimonio anterior, y con quienes tuvo la oportunidad de convivir dos años antes de convertirse en familia.
Bianca considera que antes era “una gitana” que daba su vida al teatro, a quien le gustaba incluso la soledad, pero que ha llegado su momento de encontrar un mejor balance entre su vida personal y profesional, algo con lo que, cree, muchas mujeres se pueden sentir identificadas.
"La maternidad no es sencilla, pero me encanta, amo a las niñas y mi corazón se les da bien fácil, las cuido, las llevo al doctor, les cocino, me gusta mucho esto y por eso también me preocupan, las extraño, me siento mal que no las he visto, aunque me textean y me mandan fotos, pero digo ‘¡ay están creciendo y no estoy!’"
La jueza de “ Pequeños gigantes ” considera que ha llegado el momento de buscar otras áreas de desarrollo, como el cine o la televisión, donde además de demostrar su versatilidad como actriz, también pueda organizarse de tal manera que pase más tiempo en casa.
"Hay oportunidades tanto en el cine como en la televisión, además de mis conciertos, por trabajo no he parado, porque eso es lo que la vida me ha enseñado, que cuando paras es cuando se empieza a apagar tu luz y el cuerpo comienza a deteriorarse, así que el chiste aquí es no parar".
La mexicana tiene firmado su contrato para el musical “Chicago” hasta el 21 de noviembre, por lo que aún no sabe si renovará por unos meses más. Sin embargo, sigue trabajando en otros proyectos, entre ellos una serie con Eugenio Derbez llamada “Acapulco”, que se estrenará el 8 de octubre, también un nuevo show que presentará en Nueva York el 10 de noviembre.
"Por eso no quisiera amarrarme un año con Velma (su nuevo personaje en el musical “Chicago”), porque se me va a ir el tiempo y estoy en muy buen momento como actriz, ahora quiero dividirme y hacer cosas aquí y allá".
Nuevo personaje, nueva etapa de vida
Bianca volvió a los escenarios el pasado 14 de septiembre con el reestreno de “Chicago” en el escenario del Teatro Ambassador . Dice que este debut fue algo que le produjo muchos nervios, ansiedad y responsabilidad, porque implicó el regreso al teatro, luego del impacto por la pandemia, pero además por interpretar un nuevo personaje, completamente diferente; ya no era Roxie Hart sino Velma Kelly.
"Ahora que ya pasó toda la emoción y el reto de sacar adelante un buen trabajo en el escenario, con el tiempo y la repetición de los shows he encontrado mejor a mi personaje, porque Velma es completamente una novedad para mí, sobre todo porque las coreografías son un poquito más complicadas y peligrosas, por lo que requiere de mucho enfoque y que lo tengas bien aprendido".
Darle paso a Velma era algo que había estado en pausa por un tiempo, Bianca explica que la primera vez que le ofrecieron interpretarla fue en 2011, cuando vino a México a protagonizar la telenovela “Esperanza del corazón”; un año después de nueva cuenta se lo propusieron, pero ella volvería a su país para estar en el musical “ Mary Poppins ” y tuvo que declinar la invitación.
"No era que no lo quisiera aceptar antes, era que estaba ocupada, no estaba disponible y ahora que me lo ofrecen todo mundo estaba disponible, todo mundo estaba esperando llamadas o conseguir trabajo después de la pandemia, ya que no habían laborado durante 18 meses, entonces todo indicó que era el momento, se me presenta la invitación, este nuevo reto y obviamente lo tomé".
Fue cuando empezaron los ensayos que Bianca dice haberse dado cuenta de que, si ella hubiera tomado a Velma antes, no le hubiera podido ofrecer las herramientas que ahora tiene gracias a la experiencia tanto profesional, como personalmente.
"Hay cosas buenas y malas que te llegan en la vida, pero te va a ir mejor aceptando las cosas como te llegan, que todo sucede en el momento perfecto y que estás en el lugar que tienes que estar, porque si te pones a pensar por qué las cosas no sucedieron cuando querías, vas a ser una persona muy frustrada, vas a desperdiciar mucha energía y muchos momentos donde podrías estar gozando y buscando las cosas buenas de las cosas en lugar de lo malo".
Dejar de lado el personaje de Roxie Hart después de 20 años no ha sido cosa sencilla para la actriz, volver a la misma obra pero con distinto personaje llegó a ser confuso para la mexicana porque ya su cuerpo respondía en automático en las entradas para Roxie, además de que ya tenía medido el tiempo para los cambios de vestuario y escenas, por eso debió esforzarse en dejar de lado este papel y concentrarse en su nueva yo sobre el escenario, en Velma, que es una mujer muy diferente.
"Hoy puedo ponerme en los zapatos de Velma y empezar un show saliendo de un elevador, con la entrada más icónica de una protagonista de Broadway, eso es un privilegio y mucha responsabilidad, al principio me daba miedo y lo que más me faltaba para darle a Velma era creérmela, esa fue una de las cosas que tuve que morder, masticar y tragar más rápidamente para hacer lo mío, porque me merezco estar aquí y puedo estar al frente de una compañía".
Viendo en retrospectiva su camino en Broadway, Bianca considera que fue importante en su momento ser la primera actriz mexicana que protagonizó en Broadway, porque implicó abrir camino para más latinos, para que estos pudieran estar en obras que no precisamente se enfoquen en historias hispanas, como sucede con “Chicago”, y es en esta parte donde considera está su legado.
"¿Lo que quiero que vean cuando ya no esté? Que estuve por mucho tiempo aquí (Nueva York), que fui muy afortunada de estar en el musical americano con más tiempo en cartelera en la historia de Broadway, porque pudo haber cerrado a los tres o cuatro años como sucede con otras obras, pero éste tiene ya 25 años, y me siguen llamando para participar, eso me da mucho orgullo".
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