Este es el momento en que las mujeres toman el control, y es el mejor ejemplo de ello.

Con cada paso en su carrera ha demostrado que, en su esencia, residen la independencia y la reinvención. Fue la niña prodigio de las telenovelas, la estrella del pop juvenil, la diva del reggaetón y de la cumbia. Hoy, dicen ya, es la reina de los corridos tumbados.

“Mi lema en la vida es: no me quiero quedar con las ganas de nada. Escucho decir a las abuelitas: ‘Yo nunca me atreví a usar esto’ o ‘nunca pude hacer lo otro’, y yo no quiero ser una abuelita así. Quiero ser todoterreno y le voy a decir a todo el mundo: ‘No me quedé con ganas de hacer nada en esta vida y punto’”, declara la cantante en entrevista con EL UNIVERSAL.

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Se inspiró en la actuación de Michelle Pfeiffer en Scarface. (27/01/2025) Foto: Alex Córdoba
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A sus 35 años de edad y 24 de carrera, Beli Bélica, un sobrenombre que ella misma se puso, ha navegado en la libertad creativa: probando la estridencia rockera con Moderatto (“Muriendo lento”), el flow urbano de Pitbull (“Egoísta”), el ritmo de Los Ángeles Azules (“Amor a primera vista), y los beats electro-latinos con Juan Magán (“Déjate llevar”). Pero ahora, con la soltura que la caracteriza, dio otro de esos giros improbables.

Fue a inicios del año pasado cuando Belinda dio sus primeros pasos en los corridos tumbados, primero con “Cactus” y después con “300 noches”, al lado de Natanael Cano. Ahora, en 2025, refuerza su presencia en el género con “La Cuadrada”, junto a Tito Double P, uno de los exponentes más importantes del estilo.

“Siempre fue un género en el que los hombres eran los que mandaban. Puedo contar con los dedos de una mano el número de mujeres que hay Entonces, el lograr ser de las pocas que incursionan en este estilo de música, cambiándole un poquito el concepto y las letras, volviéndolo más pop, creo que es algo muy bueno y en lo que estoy trabajando mucho”, detalla.

La cantante se uné así a otras como la sonorense Ivonne Galaz o las mujeres del grupo mexicoamericano Conexión divina. La idea, dice Belinda, es no entrar solas a este movimento, sino allanar el camino para las que vienen detrás.

“Abrirle la puerta a otras mujeres para que entren a este género es fantástico, porque a veces se necesita una sola persona para inspirarlas y que pierdan el miedo a que las juzguen por ser algo dominado por hombres. Por eso, me da gusto ver que cada vez más hay chicas intentándolo”, expresó la también actriz.

Se empodera en equipo

Para Beli, como la llaman sus fans, su versatilidad es más que una elección artística, es un compromiso con quienes la han seguido por años y con quienes apenas la descubren.

Sabe que, dentro de la comunidad que han construido juntas, hay mujeres que cada día luchan por sacar adelante a sus familias, perseguir sus sueños y abrirse camino.

“Lucho todos los días para romper esa barrera de criticarnos y tirarnos entre mujeres. Al contrario, yo amo al sexo femenino y tenemos que estar conscientes de que tenemos la fuerza para poder contra todo y todos en esta vida”.

Su mensaje hoy es claro: ni una relación amorosa ni los chismes sueltos han logrado mermar una carrera que ha demostrado ser tan versátil como sólida. Y es algo que quiere transmitir.

“Nunca he dependido de nadie más. Trabajo desde muy niña y no he necesitado de alguien más para salir adelante, sólo que ahora estoy con menos miedos. Si canto en otro género, o hago o digo algo, no me preocupa que no vaya a gustar. Estoy con más libertad y en una etapa padrísima en la que la prioridad es mi trabajo, y no tengo tiempo para otras cosas”, enfatiza.

Beli belica

Hace 10 días, Belinda estrenó “La Cuadrada”, su más reciente colaboración con Tito Double P, uno de los representantes más importantes de los corridos tumbados.

El lanzamiento no fue sólo el video del tema, sino de un corto donde quiso que la estética y la narrativa tuvieran tanto peso como la música.

El tema cuenta la historia de una pareja atrapada en una relación marcada por la pasión, los celos y la traición. La tensión crece, entre miradas desafiantes, lujos desbordados y una violencia latente que nunca termina de explotar.

Inspirada en la película Scarface (1983), Belinda y Tito Double P reinterpretan la relación de Tony Montana (Al Pacino) y Elvira Hancock (Michelle Pfeiffer), adaptándola al universo de los corridos bélicos. La influencia del cine de gánsteres es clara en los escenarios: salones de juego, luces de neón, pistolas sobre la mesa y fajos de billetes esparcidos por el suelo, mientras los protagonistas parecen condenados a un final trágico.

“Es esa pareja que se quiere matar, pero al final gana el amor de alguna manera”, explica.

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Para Belinda, el aspecto visual es clave en su propuesta artística, pues dice que no se trata sólo de ilustrar la letra de la canción, sino de construir una historia con identidad propia.

El cortometraje, por ejemplo, cuida las referencias escénicas del cine de los 80.

“Esto ha sido todo un reto, porque ya no se invierte en los videos como antes, cuando eran casi películas. Yo sigo creyendo mucho en la parte visual y, por eso, no escatimo recursos en los videos de las canciones”, afirma.

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