
“No me siento desahuciado”, exclama Axel Arenas, el actor que en 2017 fue señalado injustamente de feminicidio, año desde el que ha batallado laboral y personalmente.
Desde entonces sólo ha logrado participar en unas cuantas producciones como "Buscando a Frida" y "El tío", pero de la mayoría ha sido dejado de lado cuando los responsables de proyectos buscan información de él en Internet y encuentran noticias de su detención, aunque también de su inocencia.
Eso le pasó hace una semana, cuando estaba en proceso de selección para conducir un evento. La explicación que le dieron a su intermediaria es que no podían ofrecer a alguien como él a sus clientes.
“No es que me sienta desahuciado, más bien cansado de andar convenciendo a la gente de algo que no hice. Me han dicho mucho que es admirable mi resiliencia y fortaleza por seguir adelante, pero lo hago por la gente que me apoya, la familia, amigos incondicionales”, dice.
Actualmente sobrevive gracias a algunas clases que da y también de colaboraciones teatrales.
“Mi familia me ayuda. Pero han sido pocos los trabajos que han salido, el que he tenido ha sido dentro de mis círculos cercanos, gente que me conoce desde antes del caso, eso es bonito, lo agradezco, pero me ha costado expandirme”.
Recalca que su mensaje no es de autocompasión o revictimización, sino que es necesario porque su caso es algo que le ocurre a muchas personas acusadas injustamente.
Psicológicamente ha asistido a terapias para mantener su salud mental, y actualmente sostiene una demanda por daño moral contra quienes lo acusaron.
“Nadie sabe qué onda, llegan los documentos a la fiscalía y nadie sabe qué hacer. Quiero que acepten su error (quienes lo señalaron), que el juez se sentencie a sí mismo, pero sé que es complicado”.
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