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araceli.garcia@eluniversal.com.mx
Kate aún no sabe qué tanto ha cambiado su vida tras el episodio con Joaquín Guzmán Loera El Chapo, el cual la mantuvo lejos de México por tres años.
“Me lo tendrían que preguntar en un par de años. Hay muchas cosas que todavía no digiero, muchas que todavía no están completamente sanadas, pero lo que sí puedo decir es que ahorita me siento más fuerte que nunca, más sana en el sentido mental, espiritual, con mi familia, personal.
“Me ha servido mucho y también me siento muy feliz en el sentido de que yo me voy a dormir muy tranquila y me puedo ver a los ojos en el espejo todos los días, gracias a Dios”, explica.