Las parcas negras, las sudaderas Adidas y una horda de cuarentones y cincuentones se apoderaron de las calles de Cardiff para celebrar que el y que el britpop no está muerto, solo que ya les duele la rodilla.

Las calles repletas de cantantes tocaron viejos hits, tiendas vendieron souvenirs, además de los clásicos dragones rojos, lentes redondos y sombreritos con el logo de la banda, la gente hizo fila para entrar a la tienda oficial de la gira, aunque ya casi todo estaba agotado.

Fanáticos de Oasis se reúnen en Londres para celebrar el regreso de la banda. Foto: Mario Ben Rétiz/EL UNIVERSAL.
Fanáticos de Oasis se reúnen en Londres para celebrar el regreso de la banda. Foto: Mario Ben Rétiz/EL UNIVERSAL.

Desde la una de la tarde los pubs de la calle St Mary's y Working street estaban abarrotados de fans de todo el mundo que coreaban "Roll with it", británicos y extranjeros lograron hacerse un boleto para el inicio de la gira Mundial en la capital Galesa, y en la que además de Manchester, Londres y Edimburgo, llegará a lugares como Irlanda, Canadá, Estados Unidos, México, Argentina, Brasil, Corea, Japón y Australia.

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Cuando preguntaron en X por qué la gira comenzó en Gales, Liam Gallagher sólo dijo "because Cardiff is the bollox".

Foto: Mario Ben Rétiz/EL UNIVERSAL.
Foto: Mario Ben Rétiz/EL UNIVERSAL.

Aunque las puertas del Principality Stadium se abrieron a las cinco de la tarde, la gente se formó desde las ocho de la mañana. A las seis de tarde, cuando Cast salió como primer telonero, el frente del escenario ya estaba lleno. Y para las siete Richard Ashcroft puso a cantar a todos con “Lucky man” y “Bittersweet symphony”, algo único porque pocas veces un telonero lo logra, esto perfilaba un concierto épico.

A las ocho con quince minutos, con una puntualidad digna de cualquier inglés, y al coro de "Hello", los Gallagher salieron al escenario para con un público eufórico al que logró que les doliera la garganta de tanto cantar.

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Acquiesce y Morning glory siguieron, hasta que Liam por fin se dirigió a los más de setenta mil asistentes que dieran la espalda al escenario para abrazarse y brincar mientras tocaban “Some Might Say”.

Después de varios hits como “Cigarrettes & Alcohol”, “Supersonic” y “Roll with it”, y como si tomaran turnos para cantar, Noel tomó la batuta para cantar “Talk tonight, Half the world Away y Little by little”.

Foto: Mario Ben Rétiz/EL UNIVERSAL.
Foto: Mario Ben Rétiz/EL UNIVERSAL.

Un hit tras otro y apelando a la mejor nostalgia noventera, siguieron algunos éxitos como “Stand by me”, “Whatever”. Los músicos hicieron una pausa para dedicar “Live forever” al jugador portugués Diogo Jota, quien murió en un accidente automovilístico.

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Oasis, donde en una de las pocas veces que hablaron a la audiencia, Liam preguntó si valieron la pena las cuatro mil libras que costó el boleto.

Tras un 'encore' de unos instantes y aprovechando para presentar a Andy Bell, Paul 'Bonehead' Arthurs y Joey Waronker, Oasis volvió al escenario para rematar con lo mejor su primer concierto, “Masterplan”, “Don't look back in anger y Wonderwall” que hicieron resonar el estadio, y para cerrar la noche, y lograr que los asistentes terminaran abrazados y gritando, Liam solo dijo, This is "Champagne supernova".

Tras un gran show y dejar a todos coreando en los pasillos de salida, solo nos queda esperar que Liam y Noel sigan sin pelearse antes de llegar al concierto en CDMX en septiembre.

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