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En julio pasado Samuel Ríos y Valles Arellano se encontraba feliz. Su ópera prima " Los días que no estuve" , una historia sobre un padre lejano con su hija, llegaba directo a streaming.
No le molestaba, porque primero la pandemia había trastocado todo el mundo de la exhibición tradicional y porque en plataforma se podía llegar a más gente sin dudarlo.
"Lo que tenemos que seguir haciendo son buenas historias, con calidad, eso es lo importante, para poderse ver en cualquier tamaño de pantalla", dijo en aquella ocasión a EL UNIVERSAL .
Ayer, el cineasta que trabajó mucho en campañas de publicidad, falleció durante un intento de asalto en la Ciudad de México .
"Querido, descansa en paz. Estamos muy tristes todos los que te conocimos", escribió Tita Lombardo, productora de su ópera prima.
Antes que cineasta, Samuel tenía formación de diseñador , por lo que le gustaba contar historias con un solo cuadro. Tomó cursos y talleres de dirección de actores, ya fuera para trabajar con ellos en improvisación o con guión rígido, incluido el método Meisner, que consiste en una serie de ejercicio acumulativos para que el intérprete reconecte con sus impulsos.
Por eso para " Los días que no estuve" ordenó a sus protagonistas Ana Valeria Becerril y Martín Altomaro , previo al rodaje, irse a caminar solos a la playa y contarse un secreto que nadie más sabría. De esa manera buscaba generar un vínculo padre e hija, necesaria para la película.
"En algún punto, creo, todos hemos tenido el pensamiento de dejar todo cuando no estamos a gusto y esta historia es, a final de cuentas, de alguien que si lo lleva a cabo", explicó en entrevista con EL UNIVERSAL .
"Todavía estoy en shock", apuntó el realizador Rodrigo Fiallega, que apenas esta semana lanzó en cines Ricochet.
Rafa Lara (5 de mayo, la batalla), así como la actriz Dayana Velver, han colocado emojis tristes en la publicación de Lombardo.
Samuel fue director de los cortometrajes " No me mandes a mí" y " Los detalles olvidados", así como fundador de Mastodonte Films .
Su imaginación era fuerte: donde había muebles, podía ver caballos y cada que fruncía el ceño, todos sabían que estaba analizando algo.
Ríos y Valles está siendo velado en una agencia funeraria del sur de la Ciudad de México.
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