“Por ahí hay unas películas, igual te interesa algo”, escuchó el cineasta en voz de su tío Guillermo, hace unos años.

Cuando llegó a ver de qué se trataba, se topó con un gran baúl antiguo conteniendo más de 10 horas de material audiovisual levantado por su abuelo, así como cientos de fotografías, ambos materiales comprendidos entre finales del siglo 19 y postrimerías 20.

“Dije: aquí hay algo interesante, voy a ver si me los llevo a digitalizarlo. Pero cuando digitalizo una película de él, veo que hay algo trascendente”, recuerda Andrés, quien en 2021 estrenó el falso documental “Feral”.

“Mi mamá me contaba ciertas cosas, ella recordaba que él hacía algunas películas, pero era como abstracto y, cuando me las topé cara a cara, me di cuenta que mi abuelo gastaba mucho tiempo en la administración de la memoria, hacer álbumes, escribir en las diapositivas”, abunda.

Y así, de un momento a otro, comenzó la elaboración del documental “Teorema de tiempo”, que llega este fin de semana a cines. Arriba cargando varios premios, entre ellos el Ariel a Mejor Documental que entrega la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinematográficas, mismo premio conseguido en el festival de Guanajuato y una mención especial en el de Morelia.

Arnold Kaiser, su abuelo de ascendencia suiza, tuvo una imprenta en San Luis Potosí y un músico frustrado, pero sobre todo un cineasta secreto que filmaba historias junto con su esposa Anita sobre la cotidianidad, incluyendo alegrías y tristezas.

Foto: Especial.
Foto: Especial.

Pero el documental no es precisamente un homenaje a quien de alguna manera, genéticamente, le heredó el gusto por el cine. Primero su editor Lorenzo Mora le sugirió que dejara de pensar en ellos como sus abuelos y comenzara a llamarles por sus nombres. Después, que fuera la propia familia quien los fuera recordando.

“Eso permitió al final del día despegarnos un poco de lo personal, lo emocional, y verlos como personajes de una película”, comenta Andrés.

El proceso de armado fue como ser un arqueólogo, pues no sólo era el rescate y análisis de la imagen, sino identificar las partes.

“De pronto era chistoso encontrar una película y luego las fotos que había retratado ese mismo día. Fue como trazar un poco un mapa temporal y estético. Al principio estaba yo dando un poco palos de ciego”, narra.

"Teorema de tiempo" ya está en las pantallas de Cineteca Nacional, la  Casa del Cine y el Cine Tonalá., además de complejos comerciales.

También se verá en su momento en la Cineteca Alameda de San Luis Potosí, mismo cine al que sus abuelos acudían a ver películas. El espacio, con capacidad de mil 300 butacas, conserva el diseño original.

“Será como cerrar un círculo”, reflexiona Andrés.

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