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Hay tres palabras que pueden describir -un poco- a Ana Martin : libre, contracorriente y carácter.
La protagonista de historias emblemáticas en México como “El Pecado de Oyuki”, “Gabriel y Gabriela” y “Muchacha de Barrio”, lleva más de 50 años en pantalla, primero como actriz principal y luego como madre de los nuevos protagonistas: de Salma Hayek en “In the time of butterflies”; de Angélica Rivera en “Destilando Amor”; de Fernando Colunga en “Amor Real” y de Bárbara Mori en “Rubí”; pero tanto su carrera actoral como su personalidad son un deleite para quien la conoce, y hoy, a propósito de su cumpleaños número 74, hacemos un repaso de estos dos aspectos de la vida de esta primera actriz.
Ana Beatriz Martínez Solórzano nació en San Cosme (Ciudad de México) en 1975; es hija de Dinah Solórzano y de otro personaje contracorriente en el medio artístico: Jesús Martínez “Palillo”, el rey de la sátira política y de la carpa; por lo que Ana creció viendo a los artistas de esa época, nutriendo su deseo de ser actriz.
No fue hasta que salió de la preparatoria cuando comenzó a trabajar en “Max Factor, las estrellas y usted” y allí comenzó una carrera sin descanso. Poco después se convirtió en Miss Mundo (a los 17 años), luego en protagonista de telenovelas y hasta en sex symbol, resaltando siempre por ser una mujer sumamente atractiva, inteligente y con un carácter único.
Para la productora Carla Estrada , hay tres importantes etapas en la vida actoral de Ana Martín.
“La primera cuando era chavita chavita y era una belleza, que tenía un cuerpazo; luego, una etapa madura, como cuando hizo “El Pecado de Oyuki”, y otra que yo creo que comenzó con “Amor Real”, la telenovela que produje y que dio inicio con su época de mamá en las telenovelas”, dijo a EL UNIVERSAL.
Fuera de la pantalla, Ana Martín se convirtió en una mujer autosuficiente, que nunca quiso tener hijos ni casarse. De sus parejas nada se sabe. Ella siempre dice que anduvo “con el país entero y con uno que otro extranjero”, y que en sus etapas de soltería se ha dado todos los gustos que quiere, pero eso sí, nunca quiso salir con con políticos.
La mujer que no quiso salir con un presidente.
Su libertad y seguridad para negarse a salir con quien no le apetecía, le costó ser censurada dos veces, una por no querer ir de viaje con una personalidad del mundo del cine y otra por decirle que no a un presidente, como ella misma contó el año pasado a Mara Patricia Castañeda en su formato “En casa de Mara”.
“Pepe Estrada me dijo -cuando hicimos la película “El Profeta Mimí” con López Tarso- ‘¿Negra, qué hiciste? estás en la lista negra’, y le dije que no había querido irme a Los Ángeles con tal, y fue la última película que hice durante cinco años”, contó Martín en esa entrevista.
Fue Emilio Azcárraga Milmo quien siempre propició que Ana tuviera trabajo, incluso cuando fue puesta en las listas negras, por eso la actriz afirma que tiene “exclusividad de por vida” con Televisa, aunque oficialmente haya dejado de serlo en 2019. Ese mismo año grabó “Los Pecados de Bárbara” con Televisa, misma que comenzó sus transmisiones en enero de 2020.
La periodista Mara Patricia Castañeda, coordinadora de Televisa Espectáculos, aseguró que el espíritu de Ana la convierte en un punto de referencia.
“Ana es una mujer formidable; su forma de ser se fue moldeada de acuerdo a su preparación y a la importante influencia de su padre “Palillo”. Siempre ha sido una mujer diferente a las de su generación, revolucionaria, ha aprendiendo a disfrutarse. A ella nunca le importó el qué dirán, y menos ahora. Hoy que tenemos mayores libertades, ella se ha convertido en un punto de partida por demás importante y de gran influencia en esta sociedad, que por momentos raya en la doble moral. Ana es coherente con lo que dice, piensa y hace”.
Palillo, sin duda alguna, fue una imagen determinante para la actriz en su forma de ser, y Carla Estrada los recuerda a ambos desde muy pequeña.
“Su papá -Palillo- y mi papá Carlos Estrada Lang eran los mejores amigos, eran amigos de toda la vida, hasta la muerte de Palillo mi papá y su papá fueron los mejores amigos. Yo conozco a Ana desde hace mucho, desde hace mucho ella es amiga de la familia. No te puedo decir que nos consideremos hermanas como tal pero sí muy cercanas, por el amor que se tenían su papá y el mío”.
Cuando Carla comenzó los preparativos de Amor Real (2003), invitó a Ana a integrarse al elenco como Rosario Aranda, madre del personaje de Fernando Colunga. Esta se convirtió en una de las telenovelas más importantes de la televisión y Carla asegura que el trabajo con ella fue muy bueno.
“A mí me fue en la feria divino, le dije ‘Ana, no quiero ni complicarte la vida ni complicármela a mí, quiero trabajar en armonía' y así fue. La pasamos increíble, fue cooperativa, aportó, llegaba a tiempo y muy profesional, tuve cero conflictos”.
El día que Fernando Colunga le dijo "Delante de mí no fumas".
Si bien, Ana Martín no tuvo problemas con la productora, sí tuvo un roce con Fernando Colunga, como ella misma platicó al programa Sal y Pimienta, de Univisión
“Yo fumo de vez en cuando, pero traigo mis cigarritos y cuando tengo una escena muy fuerte y termino temblando, prendo uno. Un día estaba con mi paquetito de cigarros, con mi cigarrito, (Fernando) agarra mi paquete de cigarros, me lo rompe, me lo tira y me dice ‘delante de mí no fumas’, y me tiró mis cigarros, entonces si lo veo y traigo un cigarrito, corro”, contó, pero como una anécdota divertida, pues actualmente Ana comparte fotos de su "hijo" en su cuenta de Instagram, recordándolo con mucho cariño.
En “Amor Real” y en “Destilando Amor”, la primera actriz compartió créditos, entre otros artistas, con Chantal Andere, quien dijo a El Universal que desde joven admiró su trabajo.
“Es una extraordinaria actriz, una actriz que ha sido parte fundamental de las telenovelas mexicanas y por supuesto, pienso en “El Pecado de Oyuki”, novela que marcó un momento importantísimo en la televisión mexicana, una de las historias más importantes que se hizo en esa época y en Televisa. Y claro, habiendo crecido en este medio, siempre fue una persona con la que conviví de cerca porque es muy amiga de mi madre y frecuentaba comidas en casa, es una mujer muy divertida. Yo la veía de chiquita en "El Pecado de Oyuki" y decía ‘wow, qué trabajo y qué padre proyecto para ella”.
La historia de "El Pecado de Oyuki"
El Pecado de Oyuki es una telenovela de 1988 que, hasta hoy, sigue siendo recordada por muchos. Ese proyecto lo pidió Ana Martín a Azcárraga cuando cumplió 40 años porque quería despedirse de sus protagónicos de mujer madura con una historia entrañable, y así fue, sólo que tuvo que prepararse dos años para poder meterse al cien por ciento en el personaje de geisha que interpretó.
En 2019 contó a “Hoy” que fue tanto el tiempo que usó aplicaciones para alargar sus ojos, que le salieron ampollas en las sienes que tuvieron que ser tratadas con láser, pero el trabajo valió las mejores críticas a nivel nacional e internacional.
Mara Patricia Castañeda aseguró que la actuación que logró en historias como esa, colocan a Martín en uno de los lugares más importantes de la televisión. "Ella es uno de los iconos de la televisión mexicana y una de las actrices más influyentes a nivel internacional. Gracias a su carisma y el don nato de interpretación, se ha diversificado, desde convertirse en japonesa (en El “Pecado de Oyuki”), hasta en hombre (en “Gabriel Gabriela”). Una de sus virtudes es que supo encontrar en los años su lugar y pasó de ser una joven protagonista a una primera actriz”, comentó
Cuando Ana Martín ganó 8 millones, por no cantar bien.
“Gabriel Gabriela” es otra de sus grandes telenovelas. La historia de 1982 trata de Gabriela, una mujer que tiene una personalidad un tanto masculina y trabaja como pescadora. Un día, se enamora de un joven que incluso, la lleva a querer arreglarse más, pero un mal entendido le rompe el corazón y adopta una personalidad masculina para poder irse a un barco, ya con el nombre y apariencia de Gabriel.
Ana Martín incluso cantó en esa telenovela la canción "Dulce amor" y ganó mucho dinero por eso, aunque asegura que canta terrible.
“Gané fortunas con ese disco, lo que nunca en mi vida me imaginé. Me habla Nacho Morales (de Discos Melody) y me dice ‘Oye Ana, tienes que venir a recoger tus regalías”.
Ella no quería ir porque las oficinas estaban muy lejos, y tras poner muchos pretextos, Nacho le dijo.
“Bueno, si quieres, yo te voy a hacer un cheque de 8 millones 400 mil pesos".
En su charla con Mara Patricia Castañeda, Martín recordó que se quedó muda con la suma de dinero.
"Le dije que me estaba cotorreando y me dijo que íbamos a tener que hacer un LP, y yo ¿cómo?, eso sí no, porque si tardamos casi dos semanas en hacer "Dulce amor" ¡imagínate un LP!, pero así fui cobrando más y más por dos años, gané un dineral, hice mi casa, viajé como princesa”.
Una primera actriz que disfruta de su Instagram
Actualmente, Ana Martin tiene su cuenta de Instagram, donde comparte fotografías de las revistas que ha protagonizado, de los bloopers de cuando hizo Amor Real y unas fotos que no había compartido sobre “El pecado de Oyuki” y otras que le tomaron a lo largo de su carrera.
“Agradezco nuevamente el homenaje a Oyuki y les comparto unas fotografías que nunca se publicaron. Un desnudo muy cuidado y artístico. #ElPecadoDeOyuki fue una telenovela que fue un gran reto para mí. Muchísimas gracias a todo el público hermoso por todo el cariño y apoyo”, escribió Ana en otra publicación.
La Felicitan
Mónica Lozano, productora de Los Pecados de Bárbara:
Mi querida y respetadísima Ana, no sabes el honor de haber trabajado contigo en Los Pecados de Bárbara, y celebro muchísimo tu aniversario de nacimiento, me encantará abrazarte muy pronto y que salgamos de este confinamiento. Te deseo el día más lindo, un abrazo caluroso”,
Chantal Andere, actriz:
“Quiero felicitar con todo mi amor y todo mi cariño a Ana Martin por su cumpleaños 75, por todos los logros profesionales, por todos los logros personales que ha tenido y seguirá teniendo. Miss Martín, sabes lo mucho que te quiero, lo mucho que te admiro, y lo mucho que deseo que pases un muy feliz cumpleaños y que sigas siendo tan divertida y tan original como has sido siempre”.
Mara Patricia Castañeda, periodista:
“Con Ana he compartido muchos secretos, al igual que mesa de comida, hasta doctores que son amigos de ambas. Sabemos cómo cuidarnos, y para mí las largas charlas con ella por teléfono o en persona siempre me han dejado aprendizaje. Tengo muchas anécdotas a su lado, pero la principal, es el orgullo de compartir el pan y la sal con una mujer tan interesante y simpática a más no poder. ¡Mi respeto y amor para ella!”