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Alma Cero asegura que tiene mala memoria pero la noche del viernes subió al escenario de la obra Cuarentenorio Cómico en sustitución de Andrea Escalona, con tan sólo unas cinco horas de ensayo, lo que implicó la memorización del libreto y el repaso con sus compañeros.
“Me habla Alejandro Gou, que es el productor y con quien tengo bastante tiempo trabajando, y me pregunta tal cual ‘¿eres torera?’”, cuenta en alusión a que en teatro se suele decir que un actor “le entra al toro” cuando hace una suplencia de emergencia.
“Ya le había cubierto a Raquel Bigorra en un Tenorio, a Ninel en El sirenito, a Diana Mota en A oscuras me da risa; sabe que entro en el nervio y en el chip y me aprendo rápido las cosas; confía demasiado en mí, pero siento que me va a dar una gastritis en este momento”, bromea Alma Cero cuando se da segunda llamada.
Lo que lamenta de esta ocasión es que se trata de un problema de salud por parte de Escalona, quien dio positivo a la prueba de Covid-19, a pocos días de haber perdido a su madre, la productora Magda Rodríguez.
“Yo le mando un beso y un abrazo grandes, porque además está pasando por una transición muy fuerte en su vida, pero yo sé que se va a recuperar, porque es una chava joven y positiva”.
La tercera llamada se da y casi todos corren a escena. Alma entra hasta el segundo acto pero debe terminar de vestirse con el sexy hábito de doña Inés. Asegura que pese a su aparente tranquilidad, en sus adentros está mucho más que nerviosa.
“En el momento parece que soy adrenalínica porque digo, sí voy, pero he estado temblando todo el día”.
Cuando llega el momento de que suba a escena, con el buen humor que la caracteriza dice: “todos persígnense, vamos a dar la función”.