ha hablado claro del otro lado de los 50: ya está en la etapa de perimenopausia y no ha sido suave. Revela cambios de humor inesperados, “bochornos”, esos momentos de no saber si reír o llorar, y cómo su esposo, el cirujano Enrique Orozco, ha sido clave al apoyarla con paciencia, amor… y tratamiento hormonal. A las mujeres les aconseja que no lo tomen a la ligera: acudir al médico, rodearse de apoyo emocional, porque aunque uno lo quiera ignorar, esos síntomas se sienten, pesan… y viste. Lo mejor, recomienda hablar de esta etapa sin miedos, ni prejuicios.

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Edith Márquez no se anda con rodeos: “Cantar cosas que hacen alusión a la violencia no está padre y menos por el momento en el que está pasando el mundo… hacer o cantarle en apoyo de estas cosas no está bien y el mundo no lo necesita”. Esa frase, que nos compartió al hablar de su disco “Eterna e Inolvidable”, define su línea.Para ella, lo auténtico en la música regional se mantiene cuando se habla de amor, decepción o desamor. “El el mariachi, el grupero, la banda, el norteño, todo esto está muy bien siempre y cuando sea que hablen de otras cosas que no demeritan a la música”, agregó la intérprete de "Mírame" o "Mi error, mi fantasía".

Foto: EL UNIVERSAL
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, quien interpreta a Marcos Barragán (una versión ficticia de Quico) en “Chespirito: Sin querer queriendo”, dice que no le preocupa que Carlos Villagrán haya declarado que no vio, y no verá, la serie. “Respeto mucho su decisión”, comenta Lecanda, encantado de que la gente ya lo reconozca en la calle. Por ahora sigue haciendo casting porque pese a la fama que ahora tiene, las oferta de trabajo no le han caído como se pensaría.

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