“Estoy tan perdido y confundido como todo mundo”, confesó al hablar del estado actual de la sociedad.

El cineasta, quien está de visita en la Ciudad de México para presentar su instalación sensorial”, que se inaugura hoy en LagoAlgo, en el Bosque de Chapultepec, externó su preocupación por el .

“Todos estamos preocupados y no sé si haya respuestas. En mi generación sí había cosas jodidísimas, pero había una sensación de que podían ser mejor y ahora no. Creo que estamos sobrepasados con los billonarios, corporaciones y gobiernos en contubernio, estos nuevos feudales que son gobiernos-carteles aunados a la riqueza y la tecnología. Es una sombra donde ya no entra el sol”, describió ante la prensa.

Lee también:

El cineasta, ganador de cuatro premios Oscar, considera que se vive un problema existencial, propiciado, en parte, por la dependencia al celular y las redes sociales, y plantea que la percepción de la realidad está alterada, pues oscila entre la sobresaturación y la simplificación.

“Hay un exceso de lenguaje, etiquetas. Estamos reduciendo la realidad a imágenes y palabras y estamos ciegos y sobreintelectuando. Hemos perdido la posibilidad del pensamiento crítico, que es que la realidad funciona de distintas maneras al mismo tiempo”.

La convivencia de distintas realidades simultáneas es el efecto de percepción que el director quiere lograr con su instalación sensorial en la que revive el material fílmico que no usó para Amores perros, cinta que celebra su 25 aniversario.

Espera que el público no racionalice las imágenes y sonidos que percibirá, sino que se deje llevar por las sensaciones, para que cada quien viva una experiencia distinta.

La muestra consta de tres proyectores de 35 mm que reproducen aproximadamente 50 minutos de cinta, lo que deja ver tomas inéditas, descartadas y archivadas.

Desde 2018, el también director de Babel y Birdman ha estado trabajando en este proyecto a partir de que se enteró que la UNAM conservaba todo ese material que él ya daba por muerto: “No se guarda, muchas veces se erosiona porque es caro guardarlo en un lugar que esté bien mantenido”, comentó.

En el caso de Amores perros (escrita por Guillermo Arriaga y con fotografía de Rodrigo Prieto) se filmaron 985 mil pies de película y solo se usaron entre 15 y 16 mil pies.

Armar “Sueño perro: Instalación celuloide” fue una acción impulsada por la curiosidad y que el director compara con armar a Frankenstein, al que dotó de vida propia, porque quería que la instalación fuera independiente a la película.

Lee también:

“A veces, contar una historia nos condiciona a hacer y observar al servicio de algo, cuando liberas eso, aprendí que los materiales pueden tomar un nuevo significado”.

El realizador indicó que optó por este proyecto porque no gusta de las exposiciones con memorabilia de las película, pues considera que son deprimentes y él evita la nostalgia, porque lo “debilita”.

“No me gusta ver las cosas en pasado. La idea que tenía al revisar este material era revivir el material sin la nostalgia de lo que fue. Hacer algo mirando hacia el futuro”.

“Sueño perro” estará hasta el 4 de enero de miércoles a domingo, de 10:00 a 18:00 horas. La entrada general es de 50 pesos.

Únete a nuestro canal ¡EL UNIVERSAL ya está en Whatsapp!, desde tu dispositivo móvil entérate de las noticias más relevantes del día, artículos de opinión, entretenimiento, tendencias y más.

Google News

TEMAS RELACIONADOS

Noticias según tus intereses