rememora la época en que trató a l, un hombre clave, no sólo en su trayectoria profesional, sino en su vida personal pues, cuando "el " la vio desesperada por la situación de violencia que vivía en su matrimonio, que le pidió que dejara a su esposo para casarse con él, sólo que ella no aceptó.

En entrevista con Isabel Lascuraín, la intérprete de ranchero rememoró que su carrera comenzó a los 13 años, cuando su padre vendió su automóvil para poder producirle un disco; así comenzó su historia como cantante, que compaginaba con sus estudios de modelaje hasta que, un buen día, recibió una llamada que le cambiaría la vida.

Se trataba de Nacho Morales, una personalidad muy conocida en la industria de esa época, quien le tenía una propuesta; Juan Gabriel estaba interesado en trabajar con ella.

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"Me dice ´Juan Gabriel te quiere grabar un disco´, yo decía ´¿estás seguro que soy yo?´", contó.

De esa manera, Aída dejó la Ciudad de México -a sus 19 años-, con permiso de su madre y su padre, pues, para grabar su álbum "Aída Cuevas canta a Juan Gabriel" se mudó a vivir con el Divo por un año.

"Me fui a Los Ángeles y vivo un año con él y, ahí empieza unarelación tan bonita de amistad con Alberto, estuve aprendiendo mucho de él, es un hombe que le debo muchas cosas".

La cantante recuerda que, en realidad, era poco el tiempo que pasaba con el compositor, debido a que él salía de casa, directo al estudio, donde pasaba extenuantes jornadas, debido a que siempre estuvo abocado a su carrera musical.

Mientras tanto, ella tenía que memorizar la letra de las canciones del disco, pues Juan Gabriel no permitía que las leyera durante las grabaciones.

"Él trabajaba, yo no lo veía, yo estudiaba las canciones y yo dispera, yo le decía ´a mí, me pusieron Aída por distraída´ y él grabando todos los días, era un hombre incansable, yo tenía que estudiar, no me quedaba de otra, él se iba como de cinco de la tarde a la una de la mañana de grabar, tenía su cocinero, estaba yo muy bien atendida".

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Pero, durante las mañanas -rememoró- Juanga le dedicaba todo su tiempo, conversando con ella o en salidas interminables en bicicleta, que los hicieron no sólo conocerse sino estrechar una amistad única y "maravillosa", como ella describió, la cual nunca trascendió a un plano romántico, pese a que el cantante no sólo le pidió que se casara con él, sino que le expresó su deseo de querer concebir un hijo con ella, pues deseaba que fuera tan bello como Aída y tan talentoso como él.

Cuevas confesó que las propuestas de casamiento del Divo, que fueron tres, la primera en persona y las otras dos por teléfono, tuvieron lugar a raíz del tormentoso matrimonio que vivía con el padre de sus hijos: Juan Gabriel trataba de encontrar una solución para que ella saliera de la violencia que enfrentaba cada día.

"Se daba cuenta de la situación que yo vivía, sufría maltrato, era mi confidente, le contaba todo lo que me hacía, es ahí cuando me dice por primera vez ´cásese conmigo, yo veo por mi ahijado, yo veo por usted, pero sálgase de ese infierno´, realmente siento que lo hizo por ayudarme, por humanidad porque dicen que estaba enamorado de mí, pero no, no, no", detalló.

Sin embargo, ella nunca se atravió a decir que sí, eso debido a que él era el padrino de Rodrígo, su primogénito y, entrecruzar el lazo familiar, le parecía inconcebible.

"Como soy católica, dije, ´¿cómo me voy a casarme con el padrino de mi hijo?´, y le dije que no, luego por teléfono, en dos ocasiones, me volvió a insistir, dijo ´¿ya lo pensó mi vida?, cásese conmigo´, respondí ´no, compadre, no", aclaró.

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melc

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