El escenario con un pasillo que conectaba la tarima hacia el público que compró el boleto más cerca de él se iluminó desde las 7 de la tarde, cuando el sol apenas se escondía, para abrir la noche frente a miles de fanáticos de Linkin Park.
Eran tantos reunidos frente a la tarima que no se distinguían cuerpos ni cabezas mirando al público desde la grada sino como una masa negra gigante que se movía sin control por gente que quería pasar hasta adelante para ver más de cerca a su banda favorita, que cerraría la noche a las 9 de la noche.
Antes de eso, David Havok no se guardó nada quería conectar con el público mexicano, se soltó el cabello que lucía a corte mulet, ese setentero que de frente es corto pero de atrás es largo hasta rebasar la nuca.
Con un chaleco negro sin mangas, mostró sus brazos negros, llenos de tinta de tatuaje, en los que solo se distinguían algunas líneas de piel, igual que frente a él, no había un solo hueco donde un fanático más pudiera acomodarse para disfrutar el show.
Media hora antes de las nueve del lado izquierdo ya nadie más podía ingresar a la zona más cercana al escenario mientras AFI, banda que lidera Havok, destruía el silencio con una batería agresiva, una guitarra ruidosa y una voz melódica del cantante que parecía siempre estar enojado pero que emanaba sonidos solemnes.
Fue entonces cuando la logística guío a todos los que llegaban al otro lado del espacio general de pie, donde todavía había mucho espacio para más público, pero al cabo de 10 minutos ya se había llenado también.
Contrario a otras bandas abridoras AFI pareció ser por momentos la banda estelar, haciendo que el público se levantara a cantar temas como “Miss Murder”, o “Girls nota grey”.
Todo ante un público que tampoco se guardó nada, y ya bebiendo sacaron su emoción cantando los temas de AFI, pero las chamarras, las playeras, y todo tipo de distintivos seguían recordando que la banda principal de la noche sería Linkin Park.
“Muchas gracias, México”, fue lo único que dijo Havok, antes de su último tema en el que se revolcó en el piso al mismo tiempo que seguía cantando, después, nadie advirtió cuando la banda bajó del escenario y todo el staff ya movía sus instrumentos para preparar la aparición de Linkin.
ml