Bien organizadas, con bailes muy estructuradas, con expresiones faciales previamente definidas, y siendo enfocadas por la cámara en momentos específicos para que cada una brillara. Así apareció el cuarteto femenino de K-Pop Aespa en el Palacio de los Deportes.
Tocando sin detenerse cuatro canciones par arrancar su show, con ritmos de trap, pero vestidos muy femeninos, blancos, con faldas muy cortas, y blusas que les permitían mostrar los hombros, así como peinados que resaltaron sus ojos rasgados.
Precisas, pero con movimientos no tan rápidos, ni agresivos, a veces lentos, pero siempre coordinadas, así se presentaron Giselle, Karina, Ningning, y Winter, un tanto tímidas, pero convenciendo al público, 10 mil 500 personas, que sin embargo, parecían ya estar convencidas antes de que empezará el show.
El público se notaba previamente convencidos porque antes de que el cuarteto, siquiera se presentará en el escenario, la gente ya estaba volcada a ellas, gritando, bailando las coreografías, moviendo sus luces distintivas, exaltados.
Después de las primeras seis canciones, todas hablaron al público, pero no de forma improvisada, tenían todo bien ensayado, solo una de ellas, Ningning, se animó a hablar un poco de español.
“Hola hola, muy bien muy bien”, dijo la integrante de Aespa.
Luego, Gisselle, la estrella principal del grupo, que en todo momento era enfocada por las cámaras y proyectada en las pantallas gigantes provocaba gritos en el público, expresó.
“En 2023 vinimos a este mismo lugar, tiene mucho tiempo ¿verdad?”, y abruptamente, cambió de tema, “esperamos que el resto del concierto también los divierta al máximo”, dijo en coreano, mientras era traducida por una voz escondida tras bambalinas.
El cambio de tema siguió de integrante a integrante hasta que llegó Winter, que tratando de conectar con el público habló de la comida, pero con algo muy inverosímil.
“Nosotras ya cenamos muy rico, comimos quesadillas, tacos, como tenemos el resto del concierto pensamos que debemos estar muy llenas”, dijo, y el público apenas gritó, no creían que eso fuera posible. Pero cuando continuó el show nuevamente todos estaban hipnotizados por las jóvenes coreanas.
Por un momento todo se le complicó al grupo pop, cuando salieron con atuendos holgados, sudaderas amplias, una imagen cercana al hiphop y a la calle, tuvieron que moverse más por todo el escenario.
Ahí se notaron aún más lentas, se miraban de reojo, dudaban en sus movimientos, y se veían cansadas, solventaron eso saludando al público. Pero cuando se equivocaban en algún paso, se les notaba.
“La altura en México es mucho más que en Corea”, reveló Gisselle quien se notaba mucho más cansada que sus compañeras y agregó: “por eso para nosotras es mucho más difícil”.
Concluyeron el show con sus temas más conocidos “Energy” y “Just Another Girl”, donde mostraron nuevamente su destreza y su fuerza, después de un breve descanso se notaron más solventes y coqueteaban otra vez a las cámaras, bailaron con atuendos que dejaban ver su sensualidad.
“De todos los países que hemos visitado es el país con más energía”, dijo Winter, mientras el público siguió despidiéndose desgarrándose las cuerdas vocales.
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