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Al asumir de modo oficial la presidencia de la Sociedad de Autores y Compositores de México (SACM), Martín Urieta dijo que tiene el reto de mantener a la vanguardia a la institución, ante la llegada de las nuevas tecnologías y medios de comunicación, donde se puede dar a conocer y explotar las creaciones de sus agremiados.
Su gestión será hasta 2023, tiempo que, él piensa, no será suficiente para todo lo que la SACM tiene que atender en pro del gremio, porque cada vez las nuevas tecnologías le ponen enfrente nuevos retos.
“Por ejemplo, nos acaba de rechazar el Congreso una iniciativa de ley que se llama Pago de Copia Primaria, que consiste en que todo fabricante de aparatos que sirvan para reproducir (copiar) tienen que pagar una remuneración para el autor. Hemos luchado como 15 años con esto y ya van tres veces que nos rechazan nuestra propuesta porque desconocen y dicen que esta remuneración la pagaría el usuario, o sea el que compra, pero en realidad el que debe de pagar es el fabricante, vamos a seguir insistiendo”, comentó Urieta.
En 2016 este organismo dio un gran paso en esta materia, cuando firmó un acuerdo con plataformas como YouTube, Spotify, Netflix, Totalplay, Applemusic, por mencionar algunas, para tener una licencia única para derechos mecánicos (descarga), derechos de comunicación pública (streaming o transmisión) y un derecho interactivo (bajo demanda o a la carta).
“Para nosotros es un reto constante para poder actualizarnos de acuerdo con las nuevas tecnologías, pero digo con todo orgullo que somos los pioneros en todo México y América, en cobranza en plataformas digitales, por lo tanto pienso que actualizar en las nuevas tecnologías servirá para que fácilmente recaudemos todo lo que genera el compositor”.
Para eso, dijo Urieta, la SACM tiene una dirección que se encarga exclusivamente de todas las plataformas digitales, porque para él es muy importante delegar esta clase de tareas, ya que debido a una brecha generacional tanto él como el fallecido Armando Manzanero no comprendían muy bien cómo funcionaban estos nuevos medios, por eso la presencia de gente joven en el consejo directivo.
“Somos la sociedad número uno en América Latina, gracias a la equidad y la transparencia con que se reparten los recursos, apegados a los estándares internacionales que marca la Confederación Internacional de Sociedades de Autores y Compositores (CISAC), que es el organismo que regula y vigila a todas las sociedades del mundo”.