Dice un dicho que el hábito no hace al monje, pero para la actriz María del Sol, en el caso del teatro, el vestuario puede ser un elemento que ayude mucho a los actores a contar una historia, sobre todo si se trata de una producción donde los mundos fantásticos están presentes, como es el caso del musical El Mago (The Wiz), en el que ella y Lucero Mijares son protagonistas.
“Uno viene en pants a ensayar y con el chongo por comodidad, pero cuando Lucero me decía su línea ‘¡Es hermosa!’, yo contestaba mis diálogos pero no me sentía así, todo cambió cuando me puse el vestido de Glinda porque sí sentí esa frase como verdad, porque es el complemento perfecto, el vestuario te ayuda a engrandecer al personaje”, expresó la cantante.
En esta historia escrita por William F. Brown, se cuenta la vida de Dorothy (Lucero Mijares), una joven que vive en Kansas con sus tíos Em y Henry, pero se siente muy aburrida por la vida de campo, hasta que un tornado arrasa su casa y la lleva a un mundo fantástico llamado Oz, donde conocerá a unos peculiares amigos que la ayudarán a llegar hasta El Mago (Eugenio Montessoro), quien tiene el poder para regresarla a casa.
María del Sol interpretará dos personajes, la tía de Dorothy y la hada Glinda.
“Lo que me gusta de María es que los vestuarios que regularmente usa son muy de princesa, entonces aprovechamos que aquí será una gran hada para que llevara un majestuoso vestido, porque nos parecía que era importante que pudiera lucirse al portarlo”, explicó Jair Campos, diseñador de vestuario.
Ropa de ensueño
Campos explicó que el momento en que los actores se ponen su indumentaria es algo mágico, porque la obra comienza a tomar otro sentido y hasta su forma de darle vida a sus personajes cambia.
“Es el resultado de encontrar, de la mano del productor y del director, de dónde venían los personajes, quiénes eran tiempo atrás, para poder darles una personalidad. Un claro ejemplo es el Hombre de Hojalata, cuyo vestuario tiene muchos engranes, porque nos imaginamos que antes era un relojero, por eso todo él es como el mecanismo de un reloj”, dijo el experto.
Son aproximadamente 238 piezas de vestuario, incluyendo prendas, zapatos y accesorios, también están las 78 piezas de peluquería.
Razo, cristal, viniles, algodón, piezas de plástico en termoformado, chiffon, piedras Swarovski, etcétera, se utilizaron para armar las prendas.
“Lo complicado de esta historia es que la protagonista pasa por diversos mundos, lo que hace visualmente rico este musical”, señaló el diseñador de la puesta en escena.