Más Información
Tras elección en la CNDH, Nashieli Ramírez pide piso parejo; “no sé si pequé de ilusa, no veía tan cantado”
Claudia Sheinbaum dice que ni la oposición ni Corte ni medios los venció; “la línea es clara”, reitera sobre reforma judicial
Embajada de EU en México continúa capacitaciones a INM en migración; estamos orgullosos de apoyar, dice
Los amigos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes, ahora dependiente de la Secretaría de Cultura, celebran este mes, 100 encuentros de becarios realizados en todo el país, desde 1989 hasta la fecha.
A lo largo de estos 27 años de trabajo y promoción a nuevos talentos en diversas categorías artísticas, les cuento que tan sólo en fotografía se han becado a 280 fotógrafos de todo tipo; éstos dentro de los 3 mil 486 becarios que han recibido apoyo en estas casi tres décadas, en todas las disciplinas. En mi caso, por ejemplo, tuve la fortuna de ganar la convocatoria de 1996, hace exactamente 20 años, bajo la tutela de mis maestros Gabriel Figueroa Flores y el tapatío Hernández-Clair.
En aquella ocasión, mi generación de becarios estaba integrada por el buen Gerardo Montiel Klint, el talentoso Mauricio Alejo, las creativas Laura Barrón y Silvia Calatayud; mis colegas Eloy Valtierra y Héctor García, entre otros más.
En aquel entonces yo contaba con 28 años y el aprendizaje fue enorme, la fotografía que encabeza esta columna es de aquella serie. Trabajé sobre un ensayo que documentaba la labor de los albañiles en la Ciudad de México, bajo la inspiración del maravilloso texto de Vicente Leñero que hacia referencia a estos personajes.
Durante un año tuvimos todos la oportunidad de ser asesorados paso a paso. Ser becario del FONCA, sin duda, contribuyó a mi carrera y me abrió la perspectiva de desarrollar trabajos personales colateralmente al mundo del periodismo, en el que siempre he trabajado.
Mi serie se llamó Obra Negra y reunía imágenes sobre el trabajo de los albañiles, la realicé especialmente en la zona de Santa Fe, que detonaba en aquellos años; otras imágenes fueron capturadas al sur de la ciudad, Coyoacán, Condesa y Roma, particularmente.
Es importante subrayar que este programa ha fortalecido la producción artística en nuestro país y, sin duda, catapultado a decenas de colegas que ahora tienen carreras exitosas en nuestro gremio. Uno de los primeros becarios, por ejemplo, fue el propio Francisco Mata, bajo la tutela de la querida Graciela Iturbide, en 1989.
De entre los casi 300 becarios de foto, aquí apunto los nombres y años en los que ganaron algunos de ellos, todos talentosos en la materia: Eniac Martínez (1990); Maya Goded (1991); Lorena Campbell y Alfredo De Stéfano (1993); Mauricio Alejo (1996); Federico Gama (1997); Rafael del Río (1999): Yvonne Venegas (2003); Kenia Nárez (2006); Mónica González (2009); Carlos Aranda (2011); Eunice Adorno, quien ha ganado ya tres veces (2009, 2012 y 2015) y Cristopher Rogel Blanquet, de EL UNIVERSAL, este 2016, así como nuestra ex alumna Quetzalli Nicte, de Excélsior, quien también es actualmente becaria del FONCA.
Se trata pues de un programa diverso y plural, patrocinado por el Estado y en el que me consta, a pesar de todas las polémicas y los malos perdedores, que el FONCA se maneja con transparencia y rendición de cuentas absolutamente claras. Este es uno de los raros casos de éxito gubernamental derivado de aquel turbulento sexenio salinista. Así pues, felicidades a todos los que han ganado, a sus tutores, organizadores y en especial a un personaje que lleva toda la vida en dicho programa, el incansable René Roquet.
@MxUlysses
****En la foto: Obra Negra, albañiles en Santa Fe. (ARCHIVO ULISES CASTELLANOS)