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#LaVozDeLosExpertos
Voy a utilizar algunas palabras del mismísimo Tim Urban (#soyfan) del blog Wait But Why, para luego contarles sobre una visita que jamás pensé fuera a suceder. Tim nos plantea que la energía es “la propiedad de la materia y la radiación que se manifiesta como la capacidad de aplicar una fuerza para superar una resistencia o producir un cambio molecular.” En palabras divertidas, y sin tanto #ruidoblanco, “la cosa que permite a algo hacer algo.”
Como humanos no hemos podido eficientar el proceso de la fotosíntesis, entonces utilizamos energía de terceros para permitirnos hacer lo que queremos. Nos movimos a través de distancias largas en caballos o utilizamos el viento para mover barcos. Descubrimos que quemando cosas se podía utilizar, ya fuera vapor o calor, incluso el momento de la combustión para mover pistones y por lo tanto, máquinas y transportar objetos pesados.
Las celdas fotovoltaicas pueden convertir la luz del sol en energía y los molinos al viento, pero al no ser constantes, necesitamos baterías y, de preferencia, recargables, reciclables y de amplia capacidad y potencia para almacenar esa energía obtenida de fuentes sustentables. Por fin, en vez de almacenar energía en barriles de petróleo, habrá una fábrica dedicada a hacer baterías a una escala tal que para el 2020 la producción de dicha planta podría almacenar 150 GWh al año.
El mes pasado tuve la oportunidad de viajar más de 800 kilómetros en un gran sedán eléctrico, el Model S, de California a Nevada, para visitar la Gigafactory de Tesla. El viaje lo realicé deteniéndome dos veces para recargar durante 20 a 30 minutos. El 90% del tiempo (más de ocho horas) el auto utilizó la conducción asistida: Autopilot, mientras yo disfrutaba de un viaje relajado con mis manos en el volante, pero sin mi vista cansada en el camino.
Al salir de la carretera interestatal 80 de Nevada tomé la calle Electric Avenue, la cual me llevó a lo que está construido de la Gigafactory. Hoy es 14% de lo que será el total del edificio que ocupará 74 mil metros cuadrados de terreno, con cerca de 176 mil metros cuadrados de área de trabajo. Un espacio automatizado con robots y que contratará a aproximadamente seis mil 500 personas cuando se encuentre a toda su capacidad.
En este lugar Tesla empezó a armar paquetes de baterías, desde octubre de 2015, y las celdas de las baterías se empezarán a producir para finales de este año. La Gigafactory (con su nombre jugando con la cantidad de energía que podrán almacenar los paquetes de batería y el tamaño de la instalación) busca producir cero desperdicios, no utilizará energía creada por combustibles fósiles y la energía producida por los paneles solares que tendrá en el techo se almacenará en baterías.
El consumo eficiente del agua ha sido parte esencial del desarrollo de la fábrica, para lograrlo la Gigafactory tendrá su propia planta de tratamiento y reciclaje de agua. Ya que las baterías de Tesla no utilizan materiales tóxicos o metales pesados, al finalizar su ciclo de vida pueden ser regresadas a la Gigafactory y los componentes se pueden desarmar y reciclar para hacer nuevos paquetes de baterías.
Hoy en día ya hay más de 140 mil vehículos Tesla en las calles y Tesla energy ha entregado más de 25 MWh de energía almacenada. Todo este esfuerzo reducirá el costo de las baterías de ion litio a través de economías de escala, una manufactura innovadora, reducción de desperdicios logísticos, optimización de espacio laboral y reducción de gastos generales. Al paso que va la Gigafactory, se espera que haya suficientes baterías para satisfacer la demanda de 500 mil vehículos eléctricos a fabricarse para 2018 así, Tesla busca producir anualmente más baterías de ion litio de las que produjeron a nivel mundial en 2013.