Más Información
Gobiernos de la 4T garantizan libertad de expresión: SEP; medios de comunicación han sido esenciales para informar al país
Cae “El Buchanas”, ordenó ataque a bar “Bling Bling” en Cuautitlán Izcalli; “hechos no quedarán impunes”, dice García Harfuch
#LaVozdeLosExpertos
Si bien el contenido es rey, y más en la época de los MEMEs, lo que he venido diciendo en repetidas ocasiones es que todo contenido requiere de un mecenas. Si se requieren recursos para crear, también quien(es) pone(n) dichos recursos espera(n) algo a cambio. Aunque veamos un MEME con una imagen de un futbolista y dos líneas de texto, esa imagen tiene un fotógrafo (que come y tal vez hasta mantenga una familia), un medio (con empleados que tal vez hasta mantengan familias) que probablemente pagó al que capturó el momento; además tenemos al futbolista (que tal vez alimente a una familia) que tiene una imagen que administra un manager (hay algunos que mantienen una o más familias) e incluso marcas asociadas (con empleados, que sí, puede que mantengan familias) a la figura del jugador. Todos quieren, y requieren, de alguna forma u otra, su tajada.
Ven, entre paréntesis y personajes ya nos perdimos en todo esto, pero creo que es parte de la explicación y del tema a tocar este viernes. Todo este #ruidoblanco de elementos a considerar en un producto visual o audiovisual es un relajo, y monetizarlo todavía más. Casi parece que todo esto está planeado para que solo los abogados puedan entenderlo y no haya ingeniero que pueda auditar y corregir las propiedades de cada quien en un meme o en un video.
Cuando trabajaba en YouTube se dio a conocer de manera exitosa el sistema de ContentID o identificador de contenido. Este divertido sistema realiza copias de los videos en un servidor lateral y va escaneando todo el “corpus” (histórico) de videos y música que ya existían en YouTube además de los videos nuevos que se van subiendo y comparándolo contra copias originales de los dueños de los contenidos (visuales y audios). Es por esto que a veces si subes un video de la fiesta de 15 le aparecen anuncios, aunque no estés dado de alta para hacer dinero con tu cuenta de YouTube, la lana de ese anuncio se va para el dueño de la disquera.
Bueno, en el caso máximo de que logres hacer un buen video 100% original y este se volviera “viral” (que lo vieran millones de personas en poco tiempo, como un día), entonces ahí ya podrías empezar a monetizar (cobrar) por tu contenido (y pagar deudas si es que lograste hacerlo con apoyo prestado). Cien por ciento original es desde la música a no tener imágenes de terceros en el fondo, a que todo sea único y nuevo. Pero entonces: ¿puedes cobrar por hacer un meme? No, si estás utilizando imágenes de terceros. Puedes arriesgarte haciendo varios y poniéndolos en un sitio web con anuncios, pero no creo que valga el riesgo contra la ganancia.
Los que se están “arriesgando” con un estornudo de efectivo son los de Facebook, que en México dirige Jorge Ruiz. El Wall Street Journal reportó con documentos la cifra que Facebook está pagando a estrellas y medios para que produzcan y transmitan contenido original con Facebook Live. Nosotros los mortales no podemos cobrar por utilizarlo, pero para hacer que los mil seiscientos millones de usuarios tengan algo que ver, nada mejor que llamar a las estrellas y los especialistas (ya que de esporádicas máscaras de Chewbacca no se puede depender). En total son 140 contratos de rangos aproximados de un año, obvio los que tienen más interacción en la red social cobran más y otros, como el chef Gordon, cobran menos. Eso sí, el Barcelona cobrará más que el Real Madrid; aquí las cifras: http://goo.gl/zuT8Ja.