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#LaVozDeLosExpertos
Hoy en día llevo conmigo un cable y un adaptador de corriente a USB por todos lados. De hecho traigo cable, enchufe y una batería externa. A veces traigo el celular, porque el resto del día está conectado a una toma de corriente.
Es entonces que me doy cuenta de la limitación que existe en la sociedad actual que depende de la energía de manera cotidiana. Esta limitante, que también es una ventana de oportunidad, es el almacenamiento eficiente de energía en un acumulador o batería.
“Pero si llevamos doscientos quince años probando con las baterías electroquímicas ¿no debería estar resuelto?”.
Puede ser que sí, pero en este caso #fácil (hidrocarburo) le ganó a #eficiente. También consideremos que las baterías que había hace justo 50 años en el Centro de Servicio y Comando (CSM, por sus siglas en inglés) de la misión Apollo, de la NASA, fueron las que permitieron las actividades del programa lunar.
Ahora me doy cuenta de la nueva transformación que estamos viviendo como sociedad, muchos podríamos haberla pensado como transformación digital, pero algo tangible ha pasado al mismo tiempo.
Así como más gente tiene celulares, y eso permite más acceso a la información o la existencia de empresas que habilitan la economía compartida (share economy - como Airbnb), también tenemos mejores formas de optimizar ciertas infraestructuras. Me explico: sistemas de mensajería del tipo FireChat, que más que ser un servicio de chat, interconectan celulares entre ellos haciendo una red que no depende de su proveedor de telefonía.
Algunos pueden pensar en energía alterna y el calentador solar además del cable de la CFE. Hasta ahí, todo como hace 20 años. Ahora imaginemos que los que utilizan energía alterna y están conectados a la gran red de infraestructura eléctrica pueden almacenar energía, de la renovable (solar por ejemplo), y utilizar la batería durante la noche, o durante apagones.
Pensemos que estamos aprovechando el reactor solar en vez de quemando dinosaurios para obtener energía. También veremos precios accesibles en baterías que generen suficientes kilowatts por hora para una casa, como el PowerWall de Tesla. Si empezamos a alejar la lente más y más podríamos ver a casas y edificios compartiendo “su red de baterías” para eficientar el consumo energético de una colonia.
Es hora de empezar a ver la frecuencia con la que podemos tener sistemas eficientes que nos ayuden a colaborar sin quitarnos tiempo (big data con machine learning).
La buena vibra, como el #ruidoblanco, que viene con hacer algo bueno para todos, al mismo tiempo que nos beneficia (sobre todo en el recibo de la luz). Entonces la energía generada entre todos será buena, eficiente y la tendremos más presente. Además de ser limpia y sí, hacernos conscientes respecto a nuestra responsabilidad de cuidar el único hogar que hoy podemos habitar: el planeta azul, llamado Tierra.
