La administración del presidente Enrique Peña Nieto tiene un sólido y decidido compromiso con la juventud. El principal activo que tenemos para avanzar hacia un México próspero somos los propios mexicanos y el nuestro es un país joven y de jóvenes. El gobierno de la República ha fortalecido el potencial de los jóvenes mexicanos para el desarrollo nacional mediante políticas enfocadas en materia de educación, salud, seguridad social, vivienda, innovación y desarrollo empresarial.
Hoy en día una cuarta parte de la población del mundo, o aproximadamente 1,800 millones de personas, son jóvenes de entre 15 y 30 años. En Norteamérica, cerca del 20 % de la población son jóvenes de distintas edades. Son la generación de jóvenes mejor educada que se ha tenido en la historia porque los ingresos y oportunidades para la educación se han incrementado significativamente.
También son la generación más conectada y esto ha producido que sean más productivos, tanto en el ámbito académico como en el mercado laboral. Los jóvenes de hoy usan los sistemas de información y comunicación —el internet, las plataformas inteligentes y las redes de sociales— como sus herramientas básicas de trabajo, conocimiento, vinculación, pertenencia y esparcimiento. Como resultado de esta conectividad, un joven en Mérida se puede enterar en tiempo real, a través de las redes sociales y otros medios comunicación, de lo que está experimentando otro joven en una región remota de Asía, África o cualquier parte del mundo.
Estos jóvenes pueden incluso interactuar e intercambiar puntos de vista sobre cualquier tema en tiempo real e incluso compartir fotos, videos y otros archivos electrónicos. La conectividad ha provocado que por primera vez en la historia, el mundo de los jóvenes forma una cultura en común y por lo tanto comparten problemáticas e intereses afines. Uno de esos intereses es, sin duda, su preocupación por el medio ambiente.
Los jóvenes de hoy están interesados en el medio ambiente porque perciben en los problemas ambientales un riesgo para su bienestar y supervivencia. Tienen acceso a todo tipo de información y a través de buscadores electrónicos leen artículos, noticias y ven fotos y videos. Si así lo desean, pueden también georeferenciar la problemática ambiental de su interés en su propio país, región o comunidad. Visitan blogs, páginas de Facebook, y responden a los comentarios de Twitter relacionados con asuntos ambientales.
Los jóvenes menores de 30 años hoy, dominarán la fuerza laboral de las próximas décadas. En muchos casos, como lo hemos constatado ya, los jóvenes son empleadores, generadores de productividad e innovación o, más aún, “disruptores” como llamamos ahora a las ideas que cambian paradigmas.
Es por ello que este año, México propuso institucionalizar el trabajo con los jóvenes en la Comisión para la Cooperación Ambiental de América del Norte (CCA). La CCA se estableció en 1994, en el marco del acuerdo paralelo del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), y a lo largo de los años se ha consolidado como el principal mecanismo de cooperación ambiental en la región. Tiene como objetivo promover la protección del medio ambiente a través de la cooperación y la participación ciudadana, en el contexto de los crecientes vínculos económicos, comerciales y sociales entre Canadá, Estados Unidos y México.
La CCA ha sido también un ejemplo de transparencia y un foro pionero —y único en su tipo— en cuanto al fomento de la participación pública y del diálogo periódico con la ciudadanía. Desde su creación, año con año, el Consejo de la CCA ha celebrado sesiones en presencia del público de América del Norte y cuenta con un Comité Consultivo Público Conjunto (CCPC) integrado por quince representantes del sector empresarial, el sector académico, organismos no gubernamentales y ciudadanos. El año pasado se constituyó un grupo trinacional de expertos en conocimiento ecológico tradicional con el fin de enriquecer nuestros análisis, decisiones y proyectos de cooperación ambiental.
Este año, en el marco de la XXIII Reunión de Consejo de la CCA en Mérida, Yucatán, seguimos reforzando la participación de la sociedad en la toma de decisiones mediante la incorporación de los jóvenes a nuestro trabajo. Vemos en la juventud a un gran aliado para ayudarnos a innovar, difundir y participar en las acciones y retos ambientales de América del Norte. Los jóvenes de Norteamérica nos ayudarán a que las iniciativas que emprendemos nosotros, los encargados de la política ambiental, sean más efectivas y tengan mayor impacto.
Asimismo, vemos en los jóvenes un gran potencial en su incorporación al mercado laboral. Si los jóvenes de hoy en día tienen conocimiento básico y conciencia sobre la importancia de conservar el medio ambiente, sin importar el sector o la profesión a la que se dediquen, podrán generar valor agregado en este sentido —innovar, promover la responsabilidad corporativa en empresas, mejorar las políticas sectoriales en los gobiernos y, sobre todo, tener practicas individuales más responsables con el medio ambiente—.
Para iniciar con el proceso de institucionalización de los jóvenes, este año México propuso integrar a un joven al consejo asesor de la CCA ya que para nosotros es muy importante que los comentarios y opiniones de este consejo se enriquezcan con ideas frescas e innovadoras. Queremos que nos planteen retos y nos ayuden a superar paradigmas. Los gobiernos tenemos la obligación de promover que nuestra población, especialmente los niños y jóvenes, adopten una cultura de respeto al medio ambiente, como un principio básico de convivencia social. También estamos seguros de que su visión y propuestas fortalecerán nuestras decisiones.
En la XXIII Sesión del Consejo de la CCA, los responsables de la política Ambiental de América del Norte también refrendamos nuestro compromiso con acuerdos internacionales de gran envergadura como el Acuerdo de París sobre Cambio Climático y la Cumbre de Líderes de América del Norte (CLAN). En la CLAN, el presidente Peña Nieto junto con sus homólogos de Estados Unidos y Canadá reafirmaron el liderazgo de Norteamérica ante los retos ambientales mediante el establecimiento de metas sin precedente. Destaco los compromisos de asegurar un 50% de provisión de energía limpia y reducir en 40% nuestras emisiones de metano para el sector petróleo y gas al 2025 así como la de garantizar poblaciones saludables y los fenómenos migratorios de la mariposa monarca, aves y otras especies que compartimos en la región.
Ante los retos y compromisos asumidos en los foros globales y regionales, hoy más que nunca, vemos en los jóvenes un enorme potencial para fortalecer nuestra cooperación ambiental en Norteamérica. Su participación directa en proyectos, sus consejos y asesoría, su habilidad para comunicar y difundir problemáticas, mejores prácticas y soluciones así como su liderazgo en los ámbitos académico o laboral serán determinantes para el trabajo de nuestros gobiernos.
Vemos en los jóvenes de América del Norte el principal activo para avanzar hacia el desarrollo sustentable. Necesitamos “disrruptores” de tecnologías, prácticas y políticas ambientales.
Secretario de Medio Ambiente y Recursos Naturales