Victoria discreta ante un tristísimo rival

GURWITZ

Escribo esto al medio tiempo del juego entre México y Honduras, y lo hago porque me bastan estos 45 minutos para confirmar varias cosas:

1. Esta versión hondureña es la más floja, débil, intrascendente, inofensiva, incapaz y peor dirigida que he visto en muchos, pero muchos años.

2. Jorge Luis Pinto se ha convertido en un entrenador capaz de calentar los partidos durante los días previos, pero igualmente incapaz de hacerle hervir el corazón a sus dirigidos.

3. Jorge Luis Pinto ha demostrado ser original, creativo, imaginativo, ambicioso y frontal; tristemente para los hondureños, estas demostraciones sólo han sido cuando tiene un micrófono enfrente.

4. Jorge Luis Pinto ha tenido una gestión desastrosa, tan la ha tenido, que accedió a cuartos de final gracias a un error reglamentario y sin anotar un solo gol. Tan la ha tenido, que hoy es penúltimo en la búsqueda por un boleto al Mundial con un calendario extremadamente complicado.

5. Que México exhibió su mejor futbol de lo que llevamos de Copa Oro; nada que nos deje boquiabiertos, pero al menos encontramos mayor congruencia en la alineación y solvencia colectiva.

6. Que si pensamos que México ha mostrado más debilidades que fortalezas, Honduras le dice quítate que ahí te voy.

Bueno… inicia la segunda parte, ahora vuelvo.

Y volví para confirmar que si hay una federación que debería estar pensando en un “plan B”, es la hondureña.

¡Qué tristeza de Selección! Se va de la Copa Oro sin hacer un solo gol.

Y ante semejante rival tendría que venir la evaluación del equipo mexicano, que si bien jugó su mejor partido del torneo, aun está lejos de lo esperado. Porque hablamos de un adversario limitado y de escasos recursos futbolísticos, y aun así, no lucieron los tricolores, ni avasallaron ni agobiaron ni se fueron del partido habiendo desperdiciado varias opciones de gol; no. México obtuvo una victoria discreta, hasta ahí.