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La derrota del Real Madrid como local ante su rival de la capital española, Atlético de Madrid, enciende las alarmas en torno de la presidencia que ocupa Florentino Pérez.
Si bien quedan muchos partidos en el calendario, no invitan al optimismo, porque no hay una mejoría clara con Zinedine Zidane, el equipo se ha descolgado a 12 puntos del liderato y tiene sólo dos unidades de ventaja sobre Villarreal, cuarto clasificado.
En esta campaña, no ha podido derrotar a sus máximos adversarios por el campeonato ni anotar un gol en los dos partidos disputados como local ante Atlético y Barcelona.
Además, Atlético ha revertido una larga historia de derrotas en el Santiago Bernabéu en un récord, al ganar tres partidos consecutivos en Liga como visitante, convirtiéndose en el primero en lograrlo bajo el mando de Diego Simeone.
Todo indica que la escuadra blanca deberá relamer sus heridas en el campeonato europeo.
Mientras, en el polo opuesto, Barcelona encadena 34 partidos sin perder, justo el último rival que los derrotó fue Sevilla, en octubre del año pasado.
Sin embargo, el club andaluz no conoce la victoria como visitante, y hacerlo contra los catalanes no parecía muy probable en la fecha 26 de la Liga española.
Así, con esta Liga en sus manos, el dominio blaugrana se confirma, porque ha ganado cinco de las últimas siete temporadas, con un título para cada uno de los equipos de Madrid.
De esta forma, no deja de sorprender la capacidad de competencia que tienen estos jugadores, cuyo bloque ha ganado todos los títulos en varias ocasiones y están cerca de repetirlo nuevamente.
Sin duda, su mayor logro consiste no sólo en ganar con elegancia sino en prolongar por muchos años un dominio en todos los campeonatos.
Por último, la confirmación del ex directivo de UEFA, Gianni Infantino, como presidente de FIFA, marca una nueva etapa en la institución mundial del futbol.
Aunque sabemos que es un inicio para recuperar la credibilidad, es evidente que algunos de los puntos de la campaña, como aumentar el cupo de selecciones en un Mundial, tienen la función de ganar más dinero con el mayor número de equipos.
Más allá del cambio de presidente, lo importante radica en las reformas estructurales con el objetivo de limitar los años de presidencia, dividir los poderes, otorgar transparencia en los procesos para eliminar la tiranía de los últimos presidentes y establecer las bases de un proyecto más cercano a la democracia.
Es fundamental que suceda esto, porque no debemos olvidar que se trata de una institución que supera en países afiliados a la ONU.
Un dato que puede decir muchas cosas negativas, pero sobre todo obliga a que FIFA realice una función ejemplar en el marco cívico y ético.
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