Después de concluir un año deportivo más para el futbol mexicano, podríamos sacar muchas conclusiones a partir de lo sucedido durante este 2015. En términos generales podemos afirmar que no somos ni tan malos ni tan buenos futbolísticamente en comparación a otros países; es decir, resulta una muy difícil tarea situar al futbol mexicano, saber dónde se encuentra a nivel mundial.

De esta forma, a lo largo del año observamos varias competencias internacionales con rendimientos contradictorios de los equipos de la Liga MX. Tigres, con la firme intención de ganar la Copa Libertadores, a pesar de la mala calendarización de nuestro torneo, llegó hasta el final para perder frente al legendario River Plate. Mientras en el Mundial de Clubes desarrollado en Japón, América fue eliminado en la primera ronda por un conjunto chino, con una columna vertebral brasileña.

Asimismo, la Selección Mexicana arrancó con muchos sobresaltos por la división en dos combinados dirigidos por el polémico Miguel Herrera. Nuevamente con desempeños opuestos, porque se obtuvo el penúltimo lugar en Copa América, apenas por encima de Jamaica, y en la Copa de Oro se consiguió el título que luego refrendó Ricardo Ferretti frente a Estados Unidos, para asistir a la Copa Confederaciones de Rusia. En las categorías menores, a nivel Sub-20 no pasamos de la etapa de grupos, en Sub-17 quedamos en el cuarto lugar y calificamos a los Juegos Olímpicos de Brasil 2016 con un paso perfecto.

Por otro lado, el camino de varios mexicanos en Europa fue bueno, encabezados con el buen cierre de Javier ‘Chicharito’ Hernández; la mayoría tuvo más participación con sus equipos, compitiendo en partidos de Champions League. Aunque en el plano nacional, la famosa reunión para dar más espacios a mexicanos se pospone y la situación se agrava con la dinámica del sistema de transferencias invernal, que por consecuencia, da mayor apertura a jugadores foráneos.

Así, no hay duda de que nuestros jóvenes llegan mejor preparados a sus competencias, incluso para ser potencia en algunas categorías, porque tienen muchos partidos internacionales a sus espaldas. Pero también es triste que no tienen muchos espacios en Primera División, una cuestión clave y diferente a lo que sucede en países exportadores como Argentina, porque los jóvenes alrededor de los 20 años, ya cuentan con muchos partidos profesionales, así como participaciones internacionales. Prueba de ello es el caso de Matías Kranevitter, campeón en torneos a nivel nacional e internacional con River Plate, equipo con el que sucumbió frente al Barcelona, que termina nuevamente como el mejor del mundo y también con la mejor individualidad: Lionel Messi.

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