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El 2016 no fue un año fácil para el país, ni para el mundo. Y le doy una noticia mala adicional: no pinta bien para el año que entra.
Qué tal la advertencia de hace unos días del aún gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, quien juega a las predicciones respecto a la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca el próximo 20 de enero:
—Sólo hemos visto los cortos de la película, la película de suspenso empezó hace muchos meses y la de terror todavía no la vemos.
Sin saber lo que viene, uno de los problemas que sí nos dan terror es la inseguridad y el nivel de violencia que alcanzamos este año.
Entre enero y noviembre pasado, en el país se registraron 18 mil 915 homicidios dolosos, con lo que posicionan al 2016 como el año más violento en lo que va del sexenio. En promedio mil 719 al mes. Unos 57 homicidios al día.
Estas cifras son del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Menos mal que el Comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, declaró el miércoles pasado que el país no está en guerra.
—Se decía que cumplíamos 10 años en guerra contra el narcotráfico, nosotros, en esta administración, no ha partido desde ese enfoque, esta administración privilegia la inteligencia por encima de la fuerza (Fiu, menos mal) y no se ha declarado en guerra, una cosa es atender temas delictivos y otra cosa considerar a los delincuentes como enemigos.
No sé por qué me vinieron a la mente casos documentados de los enfrentamientos en Tlatlaya, Tanhuato, Apatzingán y otros.
Caray, quién sabe por qué.
Apenas ayer, la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos dio a conocer el resultado de la visita que integrantes del Subcomité para la Prevención de la Tortura hicieron a nuestro país entre el 12 y el 21 de diciembre. Estuvieron en 32 lugares “de privación de la libertad”.
De acuerdo con sus números, existen 4 mil 700 investigaciones abiertas por casos de tortura. ¿De los detenidos por estas denuncias? Critican que sean mínimo el número.
La comisión que nos visitó, encabezada por Felipe Villavicencio, considera que hemos avanzado poco en los últimos 8 años, cuando se realizó su primera visita:
—Las diversas definiciones del delito tortura continúan generando lagunas reales o potenciales de impunidad... esperamos que nuestra segunda visita contribuya a los avances en la lucha contra la tortura y los malos tratos en México y lleve a un mayor respeto de los derechos de las personas privadas de su libertad.
¿Será esta otra película de terror que nuestras autoridades no quieren ver?
Es un buen tema de reflexión para el Presidente en estos días de asueto que se tomará desde el 26 de diciembre al 4 de enero.
En este sentido, no hay que perder de vista la información de Íñigo Arredondo, en EL UNIVERSAL. En los últimos diez años, 12 mil 43 militares han sido declarados presos en diversas cárceles militares, acusados de diversos delitos. Un 92 por ciento son cabos, soldados y sargentos; un 7 por ciento capitanes y tenientes, y el 8 por ciento generales.
Mientras algunos ex gobernadores huyen de México, otros vienen de regreso. En vísperas de la Nochebuena, Mario Villanueva Madrid, ex góber de Quintana Roo “recobrará” hoy su libertad en EU, donde se encuentra recluido desde 2010 cuando fue extraditado.
Allá fue sentenciado a 17 años de cárcel por lavado de dinero, pero el juez del caso tomó en cuenta los nueve años que estuvo recluido en México y el resto en la prisión estadounidense.
Ahora tendrá que esperar entre una semana a un mes para ser extraditado a nuestro país, donde empiezan de nuevo las malas noticias: tiene pendiente por cumplir una sentencia de más de 28 años por el delito de lavado de dinero y fomento al narcotráfico.
Su familia espera que le concedan el beneficio de la prisión domiciliaria. Lo harán bajo el argumento de las enfermedades que padece el ex gobernador, EPOC (Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica); porque por edad, de acuerdo con el artículo 55 del Código Penal Federal, este beneficio se le puede conceder un juez —y es un decir, pregúntenle a Elba Esther Gordillo— a los sentenciados con más de 70 años de edad.
El ex gobernador de Quintana Roo cumplió en julio pasado 68 años.
Él lo advierte. —Ni yo soy Rubén, yo no soy traidor como él, yo soy de una palabra y soy derecho... Si me expulsan a mí, en Coahuila expulsamos al PRI: Humberto Moreira, refiriéndose a su hermano Rubén, hoy ex gobernador, y también sobre qué sucedería si el PRI decide sacarlo de ese partido y no permitirle ser candidato, como lo insinuó su líder Enrique Ochoa Reza. Queda claro que entre los Moreira no habrá reunión familiar esta Navidad, a no ser que haya un milagro.
Me tomaré unos días de descanso, deseándole una Feliz Navidad, y pese a los augurios de Carstens sobre que nos espera una película de terror en el 2017, le deseo un feliz año nuevo. Nos reencontramos en este espacio el martes 3 de enero.
katia.katinka@gmail.com
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