Para sumergirse a profundidad en el fenómeno de la escritura de Bob Dylan, Premio Noblel de Literatura, es necesario, primero desprenderse de por lo menos una buena cantidad de dinero para invertirlo en dos libros fundamentales: inicialmente el recién aparecido Bob Dylan: letras completas, editado por Malpaso (que, dicho sea de paso, también puso a disposición del lector el hace años inconseguible Tarántula, con una serie de reveladoras crónicas que vienen a complementarse con el Crónicas I, de los que ya hablaré oportunamente).
Todos los escritos dylanianos en manuscrito y máquina convertidos en canciones (en edición bilingüe) están en este magnífico libro, con traducciones lo más atinadas y claras posibles de Miguel Izquierdo, José Moreno y Bernardo Domínguez Reyes. Viene con las notas italianas del filósofo y crítico Alessandro Carrera y prólogo de la máxima autoridad del rock que se maquila en España: Diego Manrique, que da paso a la catarata de canciones de todos los tiempos del que primero fue cantante de folk y luego, para bien de muchos, vendió su alma al diablo al electrificar muchas de sus canciones más simbólicas. Bueno, hasta Judas le gritaron los necios.
Para entender el mercado cambiario de sus sonidos y el porqué de la suerte emprendida por Robert Zimmerman hay que ver el rockumental No direction home, de Martin Scorsese, donde Dylan se explica conforme a sus recuerdos, su presente y casi vaticina su futuro, siempre envuelto un tanto en el misterio, como el accidente que sufrió en su moto que lo alejó ocho años de los escenarios. El complemento a este cuestionario de vida y obra musical, con todas las líneas de investigación posibles a sus acciones canciones) se complementa con la discografía completa de los casi 15 volúmenes de: The bootleg series que, aquí por el tremendo costo que representaba sacar todos los discos compactos, nunca sacó Sony, pero que para eso está la fracción bucanera, que no iba a desaprovechar la oportunidad.
La ironía (para unos y regocijo para otros) es que todos los discos de la serie Bootleg se pueden conseguir en réplicas a imagen y semejanza de los originales (con remasterización digital) por el equivalente a poco más de 300 pesos, con el Indiana Jones mexicano en materia de rarezas, José Luis, El Mondra, en el mercado negro de seis letras que siempre ofrece lo último en clonación.
El segundo libro, editado por Blume, Bob Dylan: Todas sus Canciones, da santo y seña cronológica de cada sesión de grabación, músicos que intervinieron en cada álbum y sencillo de éxito y, prácticamente una investigación casi forense de cada tema plagado de fotografías, anécdotas y la cadena exacta de cómo, cuándo y porque se concibió cada canción en texto y origen. El espectro abarca desde su primer disco epónimo hasta el Shadows in the night, el 2015, con detalles y curiosidades poco conocidas. Sus fans tendrán así el mayor seguimiento a cada una de sus textos expuestos con la mayor claridad y exactitud, en las letras completas de la edición de Malpaso, que ofrece claridad y asombro hasta para el que no es fan de Dylan. Quedaría pendiente nada más su conciertología, la relación que llevó con la Paul Butterfield Blues Band, sus tours con The Band y su vida como Traveling Wilbury.
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