El veracruzano Rafael Catana, que no vive del recuerdo rupestre, que siempre va contra la marea comercial y que, con una garganta de lo más castigada y rasposa (al mismo tiempo que de lo más bendecida por, supongo, la pureza del mejor alcohol que hay: el del tequila blanco) que modula las canciones como ninguno, acaba de sacar probablemente el mejor disco de su carrera: Terregal. Para demostrar que como ruge canta anuncia su presentación oficial el próximo 20 de septiembre en el Teatro de la Ciudad, Esperanza Iris, donde saldrá con una nueva banda la experiencia de más de 30 años de andar rolando en el circuito poético roquero de México y algunas latitudes del extranjero.

El Negro Catana, orgullo del castigado Veracruz, por el duartazo que va para largo, ofrece 11 espléndidas y motivadoras canciones grabadas en CDMX, y en Tucson, Arizona, que vienen presentadas en una modalidad de empaque que está entre los añorados y coleccionables Extended Plays y los nuevos y atractivos mini LP. El trabajo creativo del disco de atractivo booklete informativo (canciones incluidas), tiene el sello de Grabaxiones Alicia, por el que mete las manos al fuego Nacho Pineda, santo protector de grupos de la más variada índole roquera, desprotegidos por la ignorancia de lo que queda de la industria disquera.

Este Catana reloaded, al menos en su parte mexicana de grabación, fue confeccionado emocionalmente en el Unlimited Studio del Dr. Fanatik, con asistencia de Lorenzo El Pollo Lagrava, que también mezcló y tocó en una parte. Su complemento ideológico sonoro se dio en el Tuc Sound Recording Studio, de Tucson, y en el T-Vox Records Aragón y el Bataclan de la ciudad de México. Lo que ahí se cocinó, es de lo mejor que ha escrito y cantado Catana y no se circunscribe nada más al título que da nombre al disco sino a canciones, mucha de ellas a tono de western, que se le meten a uno al alma.

Letras y alineación de músicos que le dan telón de fondo a la voz folk de rompe y rasga de Catana, vienen en el librillo interior del disco. Lo mejor son los giros melódicos que consigue Rafael, que transmite estados puros de ánimos arrebatados y melancólicos de varios rocanroles y otros rubros sonoros en temas como “Esa mujer”, “Bataclan”, “Rock sobre ruedas”. El rumbo del disco se puede convertir en “14 Bandidos”, en una visita fílmica a películas de Sergio Leone (con los Twin Tones de fondo), para pasar al country & western nacional sin el menor problema a punta de repiqueteos de guitarra como en “Romántico” o “Luminosa”.
Hasta hay un dejo de Santana bien aprovechado por el compositor y cantante en “Punta Cometa”. ¿Y qué decir de rolas como “Las ánimas” y “Ángel mío” con guitarras alucinantes. La nueva alineación de músicos de Catana basa su poder en las guitarras de Miguel Gallo Esparza, el bajo de Víctor Moreno y la bataca de Luis Corro, a los que se sumaran en el Teatro de la ciudad, si es que no sucede otra cosa: Daniel Rivadeneyra, Federico Schmucler, Rene Ortiz, David Chávez, Liliana Rodríguez, Ramón Sánchez, Los Twin Tones, más invitados de lujo como Carlos Arellano, Armando Rosas y Armando Palomas.

Todos se van a embarcar en un viaje desértico sonoro, roquero en un tono de folk rural muy espiritual, al otro México, para acompañar a uno de los más genuinos cantautores que ha dado el país, del que podemos presumir en las buenas y hasta en las malas. No hay que perdérselo.


pepenavar60@gmail.com

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