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Por fin un thriller de acción de factura británica, bien coreografiado, divertido, ingenioso y punzante, con bastantes peleas y vómitos de metralleta y armas de uso exclusivo de la policía francesa a la menor provocación, que tuvo que ser sacado de la cartelera cinematográfica en París el año pasado, debido a los atentados terroristas de todos conocidos, que ha divido a los críticos.
La trama no tiene nada del otro mundo: un carterista profesional (Richard Madden) que vive en París es el amo para sacar carteras, celulares, hasta que por descuido roba una bolsa a una mujer, sin saber que dentro de ella, internamente en la piel de un oso de peluche, está activo el mecanismo de una bomba. Ésta, que debería explotar en un edificio aparentemente vacío, obliga a la chica (Charlotte Le Bon) a abortar una operación presumiblemente terrorista (más adelante se comprobará eso de que “El dinero lo es todo, mientras la vida va y viene”, cuando comienza la danza de los millones, en un maquiavélico plan). De pronto entran al ajo: un agente de la CIA (Idris Elba), la policía, la central de inteligencia francesa, y un escuadrón de élite que aparentemente no es lo que parece (y que de tan malos, son lo mejor del thriller). El que reparte con estilo trancazos y balas es Elba, mientras que el carterista, una vez atrapado, no tiene opción más que para trabajar para la CIA y, muy a su pesar, convertirse en una especie de agente emergente.
Por supuesto que ha llegado al DVD de forma clandestina con una recomendación más que directa en el uso de usar las palabras adecuadas: “Acción, humor y cero hipocresía”, del crítico argentino Pablo O Szchols, que es más directa que la de Lucerito Solórzano de Excelsior: “Un intento muy mediano de desarrollar una historia de acción con el pretexto del terrorismo (…) es una colección de clichés que ya hemos visto mucho en el cine y acaba siendo un entretenimiento de sábado por la tarde”. Se ve que a la seño no le gustó pero, de ahí a decir que es “un intento muy mediano”, es no darle su lugar a un deliro visual de primera en el cine de acción y lo peor: no aceptar las convenciones de género, que se debe admitir sabiendo lo que uno va a ver.
Otro che entra a la defensa de este filme de acción: Javier Porta Porta Fouz, del diario La Nación que, desde Filmaffinity dice: “Este es un disparate festivo y muy divertido, a pesar de los temas mortuorios; un thriller de esos en lo que no importa tanto la lógica del argumento como la eficacia del clima general, y que brilla en la inteligibilidad, de los golpes, tiros y persecuciones”.
Una opinión argentina más: Diego Brodesen, de Pagina 12, agrega: “No pretende ofrecer más de lo que puede dar y en esa falta de ambiciones —al menos hasta el clímax que parece algo inflado y ciertamente poco creíble— encuentra un canal de conducto para sus módicos pero certeros placeres audiovisuales”. Pero como siempre la disidencia mexicana ataca de nuevo: Jesús Echeverría de Cine Premier, dice: “No pasa de ser un desangelado vehículo de entretenimiento con desafortunadas conexiones a la vida real”. Este sí que es exigente con el cine de acción, calificarlo como “desangelado”, no tiene abuela.
Una opinión más: el dr. Juan Heladio Ríos Poter, mandamás en cuestiones de cine friki en el Tianguis Cultural del Chopo, afirma que el filme es “una hibridación entre el cine francés y americano (aunque la cinta es inglesa), con la profundidad del primero y el timing del segundo a máxima velocidad.
pepenavar60@gmail.com