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En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo que se llevó a cabo en Río de Janeiro en 1992 se propuso la creación de un día internacional dedicado al agua. Gracias a ello, en diciembre del mismo año la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la resolución para que el 22 de marzo fuera declarado Día Mundial del Agua.
Esta importante decisión se basó en la necesidad de crear conciencia sobre el cuidado y el uso racional del agua, debido a las condiciones de sequía, escasez, mala calidad y pérdida de las principales fuentes de agua dulce en muchos países del mundo.
He comentado en los últimos artículos en este espacio la crítica situación del abastecimiento de agua para la Zona Metropolitana de la Ciudad de México (ZMCM), principalmente por la sobreextracción de agua de sus acuíferos que está ocasionando, además de la pérdida de esta importante fuente, graves hundimientos y agrietamientos del suelo prácticamente en toda la zona urbana de la CDMX.
Este miércoles celebramos el Día Mundial del Agua y es muy importante que la sociedad capitalina, pero fundamentalmente las autoridades tanto de la CDMX como del Estado de México, reconozcan la grave situación de los acuíferos de la Cuenca del Valle de México y el riesgo que esto implica para los más de 20 millones de personas que aquí vivimos.
Por esta razón, proponemos que la celebración del Día Mundial del Agua sea un compromiso para frenar la degradación de los acuíferos y adoptar una serie de medias de carácter urgente que resumimos en las siguientes acciones:
Establecer políticas de cuidado y uso racional del agua; instalar medidores en todas las tomas domiciliarias, comerciales e industriales, y promover el cobro equitativo en todos los casos, respetando las tarifas autorizadas. Al mismo tiempo, continuar las campañas en medios de comunicación para evitar el desperdicio y mal uso del agua.
Arranque inmediato de un programa de eliminación de fugas en las redes primarias y secundarias; implementar programas de eliminación de fugas domiciliarias, promoviendo el cambio de mecanismos ahorradores y de sellado de mejor calidad.
Impulsar un programa para la sustitución de tuberías en mal estado, con sectorización de la red (redes más pequeñas), macro y micro medición que garantice al máximo la eliminación de fugas.
Construir plantas de tratamiento de alta tecnología que garanticen el tratamiento al 100% las aguas residuales y promover reutilizarlas en servicios municipales, con redes secundarias de abasto.
Establecer los programas para contar con nuevas fuentes externas de abastecimiento de agua, de las que la Conagua ya cuenta con la ingeniería básica para los siguientes proyectos: Temascaltepec, Mezquital y Necaxa. La Ciudad requiere de nuevas fuentes para reducir la extracción de agua del acuífero y permitir su recuperación en el largo plazo.
Proponemos que estos programas se impulsen mediante la figura de Asociaciones Público Privadas (APP), con objeto de arrancar en paralelo el mayor número posible de proyectos. De la misma forma, que en los presupuestos anuales se destine parte del Fondo de Capitalidad para los proyectos de agua.
Es igualmente urgente aprobar un modelo de desarrollo urbano metropolitano, orientado a la recuperación de áreas naturales que propicien la recarga de los acuíferos, con objeto de incrementar en el largo plazo los volúmenes de agua.
Finalmente, consideramos necesario la recuperación de áreas de inundación que funcionen como reguladoras frente a fuertes tormentas. Ha quedado demostrado en los últimos años que con el hundimiento acelerado de los suelos en la ZMCM, en adición al proceso de “impermeabilización” por cemento y asfalto, los escurrimientos en temporada de lluvias han crecido de forma exponencial, provocando graves inundaciones en distintos puntos de la Ciudad.
La mejor forma de celebrar el Día Mundial del Agua es poniendo manos a la obra. No perdamos más tiempo.
ciudadposibledf.org
twitter: @JL_Luege
