Veníamos analizando en anteriores colaboraciones la poca información del electorado sobre la elección de la Asamblea Constituyente que se encargará de discutir y aprobar una nueva Constitución para la Ciudad de México (CDMX).

Lamentablemente, el pronóstico que hacíamos se cumplió y la abstención del domingo pasado fue mayor a 72% de los electores registrados en la Lista Nominal. Además, hubo un número muy elevado de votos nulos que llegó a 7.9%.

No se puede aceptar que para un tema tan trascendente para la CDMX, como lo es la aprobación de una nueva Constitución, se tenga una participación de la ciudadanía tan pobre. Se debe reflexionar en las causas que orillaron a este resultado, anular la elección y volver a empezar.

El proceso estuvo mal de principio a fin; desde la misma reforma constitucional aprobada por el Congreso de la Unión, hasta la pésima promoción del voto por parte del INE, fueron cuestiones que contribuyeron a una muy baja votación. A continuación enumero algunas de las fallas graves que alejaron aún más a los electores y contribuyeron al fracaso de la elección:

1. La decisión del Congreso de que sólo se eligieran 60 de 100 diputados y 40 fueran designados, lo cual no tiene justificación.

2. Resulta ilógico que el proyecto de nueva Constitución sea elaborado y presentado por el jefe de gobierno, dado que se está eligiendo, precisamente, a un Constituyente.

3. Que siendo la elección el 5 de junio, la Asamblea se instale hasta el 15 de septiembre, dejando un vacío de 70 días donde el equipo redactor del jefe de gobierno sigue trabajando en el proyecto y mientras tanto la Asamblea electa queda en el limbo.

4. Que las listas de 60 candidatos presentadas por los partidos políticos, en todos los casos, fueron elaboradas por las cúpulas de los partidos sin la participación democrática de sus miembros activos.

5. El INE no se preocupó por una campaña bien diseñada en medios que informara correctamente sobre el proceso de elección; tampoco por el mecanismo de votación y la participación de 21 candidatos independientes, lo cual, además de la alta abstención, provocó muchos errores, originando un porcentaje muy elevado de votos nulos.

6. El INE no detectó una grave inconsistencia de la Lista Nominal de electores en la CDMX. Resulta que el número total de electores en la Lista Nominal de la CDMX publicado por el INE para esta elección son 7 millones 481 mil 591 de electores en una población de 8 millones 918 mil 653 de habitantes (encuesta intercensal 2015, INEGI), lo cual representa 83.89% de la población total. Este dato resulta materialmente imposible ya que de acuerdo a la misma encuesta del INEGI, la población mayor de 18 años en CDMX son 600 mil menos que los electores en la Lista Nominal. El Padrón está inflado y el INE no hizo su tarea de verificar y depurar el listado de electores como lo ordena la Ley Electoral.

7. A todas estas graves fallas en la elección, debemos agregar las violaciones reiteradas por parte del jefe de gobierno y jefes delegacionales en beneficio del PRD a lo largo de todo el proceso. Acción Nacional presentó una queja ante el INE e impugnación de la elección ante el Instituto Electoral de la Ciudad de México por una serie de delitos electorales como fueron: entrega de tinacos, despensas y electrodomésticos en varias delegaciones; autorización por parte del jefe de gobierno de miles de plazas de empleo temporal durante la elección; la condonación de adeudos de varios años del pago de agua, a ciudadanos de muchas colonias y unidades habitacionales, gestionadas por el PRD.

8. Muchos de los votos en este proceso fueron coaccionados por las propias autoridades de la CDMX, violando la ley, pero además, se realizaron movilizaciones de votantes de acuerdo a los padrones de beneficiarios de programas sociales, de tal suerte que, además de la alta abstención, un número muy importante de votos no corresponden a una participación libre y democrática.

En conclusión, este Constituyente carece de legitimidad; el proceso en su conjunto, desde la reforma política, la nula información y mala organización representan una burla para la ciudadanía. El INE falló al no diseñar una buena promoción de la elección, no verificó ni depuró el Padrón y ahora reclama los 500 millones de pesos que dilapidó en la elección.

Este resultado no garantiza una discusión democrática para aprobar una Nueva Constitución porque no representa a la mayoría de la ciudadanía.

ciudadposibledf.org

twitter: @JL_Luege

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