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Paso manejando despacio frente a un edificio tomado por la Asamblea de Barrios Poniente, en Prosperidad 71, colonia Escandón. Desde una ventana del primer piso, un joven con la cabeza rapada, y los brazos completamente tatuados, vigila la calle. Me han dicho que sin importar la hora encontraré a alguien vigilando desde esa ventana. Cuando me lo dijeron, no creí que se tratara de algo tan exacto.
Paso tan cerca del inmueble que mis ojos y los del joven se encuentran. Me queda claro que en Prosperidad no pasa una mosca sin que este joven lo sepa. Me clava una mirada aguda. Recuerda precisamente a la de un halcón.
Vecinos de la colonia Escandón han indicado que quienes vigilan el edificio están armados y tienen a la mano una batería de cohetones para llamar, en casos de urgencia, a otros miembros de la Asamblea de Barrios que tienen “tomados” varios edificios de la Condesa y la Escandón.
El estallido de los cohetones podría convocar en minutos a unas 150 personas.
El edificio desde el cual el joven me observa fue invadido por el mismo grupo que se adueñó del inmueble ubicado en la esquina de Benjamín Hill y Altata (le dediqué una entrega anterior: El narcomenudeo en la Condesa tiene nombre y apellido).
Aquí también hay reportes de vecinos sobre venta de droga al menudeo y sobre extorsiones a los comercios cercanos. Los vecinos de la calle denuncian robo de autopartes, asaltos, agresiones, movimiento de “camionetas caras” a las altas horas de la noche y al menos dos balaceras en los últimos seis meses, en las que participaron habitantes del inmueble.
Los invasores son parte de un grupo de choque conocido como Los Claudios. Sus líderes son los hermanos Claudio y Héctor González González. De acuerdo con las circunstancias, se han alquilado al PRD, al PAN y al PRI, para hacer trabajo como golpeadores.
En mayo del año pasado tomaron parte en una batalla campal, en Cuajimalpa, entre simpatizantes del PRI y del PRD que se acusaban de quitar propaganda de los candidatos a la jefatura delegacional. El PRD denunció que Los Claudios bajaron de un autobús y se lanzaron contra sus militantes. En el enfrentamiento salieron a relucir piedras, tubos y cohetones. Hubo 25 heridos, entre ellos el ex jefe delegacional y entonces candidato a diputado local, Adrián Rubalcava.
En diciembre del año pasado, el grupo se vio involucrado en una persecución y una balacera en la que murió uno de sus miembros, precisamente a las puertas del edificio de Benjamín Hill. La balacera habría sido originada por la disputa de 90 sobres con cocaína, según informó la procuraduría capitalina.
El líder del grupo, Claudio González González, fue detenido en marzo de 2015 en una pesquisa de la PGR por el secuestro de varios empresarios en el Edomex y la Ciudad de México.
Según la acusación, González facilitaba inmuebles “expropiados” por la Asamblea de Barrios para que funcionaran como casas de seguridad de una banda de secuestradores. El líder de Los Claudios se amparó bajo el alegato de que la PGR lo había mantenido incomunicado. Un juez de distrito le concedió la suspensión.
El grupo de choque surgió a la vera del PRD como una organización en defensa de la vivienda. En 1997, Claudio González fue postulado como candidato a diputado suplente por el sol azteca. La organización rompió con este partido, sin embargo, y pactó con la entonces jefa delegacional de Miguel Hidalgo, la panista Gabriela Cuevas. De ese modo, la organización tomó posesión de la colonia Escandón y se institucionalizó como grupo de choque en la demarcación.
Según la ex coordinadora de Participación Ciudadana en Miguel Hidalgo, Margarita Martínez Fisher, Los Claudios se convirtieron en “la Asamblea de Barrios de la colonia Escandón”.
Reportes del GDF señalan que a la salida de Cuevas, Los Claudios fueron rechazados por el sucesor de ésta, Demetrio Sodi, de manera que hicieron un nuevo pacto con el delegado panista en Cuajimalpa, Carlos Orvañanos. Entre 2012 y 2015 volvieron a pactar con el delegado del PRI-PVEM, Adrián Rubalcava.
Son el grupo duro que hace trabajos sucios y mete presión a los adversarios políticos de sus patrocinadores. Estuvieron con el PRD, estuvieron con el PAN, estuvieron con el PRI, y hoy son tolerados por Morena de Ricardo Monreal.
El grupo de choque al servicio de los partidos políticos ha subido un peldaño —con la anuencia de éstos— para instalarse, como ha dicho el perredista Carlos Reyes Gámiz, en la delincuencia organizada.
@hdemauleon
demauleon@hotmail.com