Sin duda que después de tantos intentos de la Federación Mexicana de Futbol por erradicar el grito de “puto” de las tribunas del balompié nacional, la postura que adoptó la FIFA en la Copa Confederaciones parecía ser una luz en el camino respecto a esta manifestación que muchos reprochan y otros no.

Pero también hay que ser cuidadosos al momento de analizar esta situación y entender que nunca será lo mismo controlar o convencer —según se quiera ver—, a un par de centenas de aficionados que viajaron a Rusia, que a los miles que se congregan en los partidos de México en Estados Unidos.

Con el inicio de la Copa Oro, no solamente se pondrá a prueba a una Selección B, C o como le quieran llamar, sino también a la gente de Concacaf y la FIFA, que tanta atención le ha puesto a este grito.

En Rusia, la FIFA fue tajante y logró evitar esa manifestación que consideran homofóbica, bajo la amenaza de detener los partidos de México y hasta de implementar medidas más severas. Ya veremos si en la Copa Oro, en la que la cantidad de mexicanos se multiplica de manera importante, la Concacaf tiene la fortaleza para detener esto y de no ser así, si tiene el valor para ejercer algún castigo.

La Federación también tendrá que hacer mucho trabajo al respecto, tendrá que buscar convencer a los aficionados, aunque esta tarea le ha sido muy complicada cuando el número de personas involucradas llega al millar.

La pregunta es: ¿se comportarán los paisanos? La verdad, parece difícil que así sea, porque la masa no ve este grito como una manifestación homofóbica, como dice la FIFA, y al momento de que se los han querido prohibir, lo han gritado con mayor fuerza.

Del VAR y la Confederaciones poco qué contar.

Nada qué recordar de la Copa Confederaciones, en la que la Selección llegó a la posición a la que podía aspirar, y conocimos una cara muy distinta de Juan Carlos Osorio en los momentos de mayor presión para su labor al frente del equipo.

Por otro lado, tenemos el tema del VAR (Video Assistant Referee, Árbitro Asistente de Video), que ha causado más problemas de lo que ayudó a los diferentes silbantes que lo útilizaron en los partidos de este torneo de prueba.

Este sistema no se va a utilizar en la Copa Oro, por lo que ninguna selecicón tendrá que esperar la corrección de alguna jugada apretada y que con esto no se generen los decontentos que observamos en Rusia.

Con esta decisión de guardar el VAR en el torneo de la Concacaf, los árbitros de la zona tendrán la libertad de dirigir y tendrán la responsabilidad de hacerlo lo mejor posible, ya que hay que recordar lo polémico que fue este torneo en su edición anterior, sobre todo en el partido de semifinales entre México y Panamá, en el que Mark Geiger cometió errores terribles que perjudicaron a los canaleros.

Lo que se vio en la Copa Confederaciones no tiene nada que ver con lo que se planteó en un inicio como fundamentos y reglas a seguir del VAR, que originalmente se utilizaría para algo extraordinario y no para lo que sucede de manera cotidiana en el campo.

Que se apliquen los árbitros, que hagan su trabajo y ahora a esperar si México es capaz de ganar esta Copa después de todo lo que ha sucedido en las últimas semanas con la Selección del señor Juan Carlos Osorio.

futbol@eluniversal.com.mx

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