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En el empate de la Selección Nacional con Portugal, vimos en acción la ayuda a los árbitros convideo, que en esta ocasión benefició al cuadro mexicano al invalidarse un gol de los lusitanos.
Después, observamos otras tres o cuatro jugadas similares y lo único que generó cierto desconcierto fue el tiempo que se toman para determinar las acciones. No hay que acelerarnos, todo es mejorable y esta es la prueba para saber hasta dónde puede dar este método que ahora está en marcha.
Los equipos beneficiados aplaudirán, los otros se quejarán. La pregunta es: qué pasará con los asistentes que se equivocan en jugadas tan claras de fuera de juego.
