La poesía femenina gallega
Título: Punto de ebullición
Antologadora: Miriam Reyes
Editorial: Fondo de Cultura Económica
En cuestión de literatura, y sobre todo de poesía, desconocemos lo que hacen en otros ámbitos aunque nos sean cercanos. La reciente antología Punto de ebullición nos da a conocer la obra de un puñado de poetas, menores de 65 años (con lo que, confiesa la antologadora Miriam Reyes, nos perdemos la voz de uno de los mejores de todos los tiempos por el pecado de nacer en 1948), en lengua gallega, y que resultan sorprendentes, en su mayoría.
Llaman la atención varias cosas: como quien realizó la selección los presenta de manera muy escueta, cuidando de no juzgar sino con generalizaciones, en un prólogo no aleccionador sino apenas informativo, es también poetisa, hace que muchos de ellos parezcan uno solo, con el mismo ritmo, la misma cadencia, la misma acentuación, aunque no siempre sea la misma temática. Como la mayoría comenzó a escribir cuando había pasado lo más feroz (aunque no siempre lo más siniestro) del franquismo, no abundan ni los temas sociales ni hay una posición crítica; casi todo lo presentado expone la vida íntima, o por lo menos los sentimientos, de los autores; no hay demasiada audacia formal; cuando mucho, ausencia de mayúsculas, supresión de la acentuación, tono tajante, y no en todos.
Lo que mayor impacto causa es la presencia de escritoras, ni muy jóvenes ni muy mayores (también hay límites para las voces más nuevas), que son las que tienen más fuerza, más incentiva, y mayor audacia en todos los aspectos, sobre todo en la sensualidad, y un orgullo que le da vigor inesperado a las últimas páginas del libro; también, las que se atreven a mayores experimentos (por desgracia, fuera de esta muestra) al unir su poesía con artes plásticas o musicales, según se consigna en las bibliografías que, como en los libros mexicanos, presumen más de los premios obtenidos que en las características de su obra.
Autoras como Olga Novo, María do Cebreiro, Olalla Cociña y Yolanda Castaño se muestran orgullosas de su erotismo, alguna presume de su belleza (que se puede verificar en sus páginas web y redes sociales) y, sobre todo, que en sus poemas, en los que no eluden el humor, no cuentan rompimientos (o no los lamentan mucho) ni son una enumeración de fracasos o triunfos efímeros o promesas incumplidas; también son las que se atreven a mayores experimentos, aunque no demasiado innovadores. Es la mejor parte del libro (Miriam Reyes no se incluyó, aunque tiene méritos suficientes).
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Las brujas
Autor: Roald Dahl
Editorial: Alfaguara
Uno de los pocos autores con libros excelentes para adultos como para jóvenes, tuvo mucho éxito en el cine con sus historias, en especial con ésta, dirigida por Nicolas Roeg y con Anjelica Huston (aunque 58 centímetros más alta) como sensacional villana; la historia, aunque fantasiosa, es verosímil y las aventuras de los protagonistas, emocionantes y divertidas; hay que tener cuidado con las mujeres misteriosas.
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Andar. Una filosofía
Autor: Frédéric Gros
Editorial: Taurus
Colección de ensayos que tienen la caminata como común denominador; más que andar o viajar, lo que propone el autor es el diálogo, la exposición de las ideas y el intercambio de pensamientos acerca de, como decía Leduc, la vida, el comunismo. Pone ejemplos no siempre adecuados de filósofos, sus prácticas peripatéticas y lo que aprendieron y enseñaron mientras paseaban por jardines, ciudades y aulas.
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Pureza
Autor: Jonathan Franzen
Editorial: Salamandra
Entre todos los personajes se describen todas las neurosis, obsesiones y calamidades de la vida moderna; pero el autor no se conforma, los atiborra con otros defectos, como la corrupción y la hipocresía; además se entretiene contando hasta los más nimios detalles de cada uno y al final parece que nada tiene remedio; ni siquiera el erotismo está libre de culpa y reina la mediocridad de las inteligentes.
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El Método
Autor: Lita Donoso Ocampo
Editorial: Alamah
Especialistas de diversas ramas de la medicina aceptan la ayuda de tratamientos de otras actividades porque muchos males tienen origen en la mente; la autora ha descubierto y puesto en práctica un sistema que ayuda a sus pacientes a encontrar alivio, no sólo en la conducta posmenopáusica (exageraciones o religiosidad extrema), también incluso para solucionar hasta el cambio climático. Relata casos reales.