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Corría el mes de diciembre de 2010, cuando en un partido amistoso celebrado en el estadio Jalisco entre Estudiantes Tecos y Atlas, el argentino Rubens Sambueza “perdió la cabeza” y agredió al árbitro. Cuando se esperaba un año de sanción para el pendenciero futbolista, la H. Comisión Disciplinaria prácticamente lo indultó y acomodándose el reglamento de sanciones, todo quedó en cinco irrisorios partidos de castigo.
Por supuesto que al más puro estilo de los “golpeadores consuetudinarios” Rubens salió a la palestra a ofrecer disculpas; tanto al silbante, como a su familia. Llama mi atención que el aquel entonces Carlos Briones, ex portero de los Tecos, quien ya se desempeñaba como directivo, apenado declaró que no era la primera vez que mostraba ese comportamiento aberrante.
Todavía jugando en el 3 de Marzo, se encaró con su técnico, Héctor Hugo Euigui, demostrando una vez más los problemas que tiene con las figuras de autoridad, lo que le costó ser separado del plantel.
Luego fue contratado por el América, en donde “le siguió la tos al perro”. En la época del ‘Piojo’ llegó al extremo de asegurar que “había una persecución arbitral en su contra”. Después Mohamed pidió que fuera transferido a otro equipo debido a sus constantes expulsiones.
¿Quieren más?, pues el personaje que hoy nos ocupa, también le faltó al respeto a la afición americanista por llamarlos “mal agradecidos” toda vez que ovacionaron al famoso “Dinho” cuando en el coloso de Santa Úrsula el Querétaro los venció al son de 4 goles por cero.
Por supuesto que, de nueva cuenta salió a ofrecer una disculpa por su comportamiento. Y eso que era el capitán. Todos estos antecedentes vienen a cuenta en virtud de que ayer este rijoso sujeto volvió a hacer de las suyas, haciéndose expulsar puerilmente, dejando a su equipo perdiendo uno por cero y en inferioridad numérica.
Rubens saltó a la cancha pidiendo a gritos irse a bañar temprano, reclamando todo, repartiendo leña y provocando a sus adversarios, logrando su cometido al minuto 41. No me extrañaría que la Disciplinaria una vez más se muestre indulgente dándole un solo partido a pesar de que todo indica que insultó al árbitro.
Por eso escapa a mi entendimiento que todavía haya alguien que lo defienda. Para mi gusto necesita ayuda profesional para aprender a manejar la ira y sus relaciones con las figuras de autoridad… Es un pájaro de cuenta.
ebrizio@hotmail.com