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Tema de hoy y de siempre: la educación. En el centro de la discusión: los maestros y la calidad de la enseñanza. Para mejorarla, una reforma que además de establecer objetivos educativos regula condiciones de trabajo de los docentes.
Difícil que pase un día sin que aparezcan noticias al respecto; más cuando se reanudó el proceso de evaluación, lo que permitirá el ingreso, promoción y permanencia de quienes cumplan los requisitos establecidos, aunque no se aplique en Michoacán y Oaxaca y sólo parcialmente en Chiapas...
Pero poco se habla de la formación de quienes tienen la tarea de formar a quienes serán futuros formadores: de los maestros de normalistas.
Algunos, cuando tenían ambiciones, buscaban prepararse para acceder a dar clases en secundarias tanto como para ser profesor en las normales; los méritos escalafonarios y la antigüedad les permitían acceder a hacerlo en una Escuela Normal y en este proceso la opinión del sindicato era prioritaria.
Diversas instituciones ofrecen planes de formación docente a nivel superior: las Escuelas Normales Superiores, la Universidad Tecnológica Nacional, el Tecnológico de Estudios Superiores de Monterrey, entre otras.
Es probable que la enseñanza psicopedagógica y técnica que proporcionan esas instituciones sea adecuada.
Lo que no aparece en los programas son cátedras que orienten a los futuros formadores a brindar formación ética que muestre a los alumnos la importancia de la integridad, ni que los preparen para cumplir con el Artículo 3 de nuestra Constitución: “desarrollar todas las facultades del ser humano y (fomentar) el amor a la patria, el respeto a los derechos humanos…”.
Resulta imprescindible que los responsables de la formación de futuros formadores transmitan la importancia de los derechos humanos, del respeto a la diversidad, y equidad, y de comprometerse con los valores de un Estado de derecho democrático. Esto es, a reconocer la importancia de vivir dentro de una cultura de la legalidad.
Las autoridades deberán revisar a profundidad planes y programas e incorporar de manera transversal dichos principios en la formación magisterial si queremos que la reforma educativa no se fracture en su base.
Presidenta de Por lo Derecho A.C.
sylviapc@porloderecho.org