Sobre la vejez se ha escrito durante milenios. Un vasto y diverso acervo arguye históricamente la condición inexorable del paso del tiempo, permitiéndonos conocer, informar, debatir, reflexionar y sobre todo construir y fomentar una cultura en favor de la vejez digna y las condiciones del envejecimiento de la población en el mundo.

A partir de los esfuerzos de la comunidad y los instrumentos internacionales para salvaguardar los derechos humanos fundamentales, se ha evolucionado tanto en el uso del lenguaje apropiado hacia las personas mayores (60 años y más) para evitar el maltrato emocional, como en la implementación de políticas desde el ámbito público de inclusión, participación, autonomía y su autorrealización.

México, según datos de Inegi, como muchas sociedades, está inmerso en un proceso de envejecimiento. Actualmente, la población mayor de 60 años en nuestro país representa el 10.9% de su población. Asimismo, la población de entre 30 a 59 años de edad pasó, de 1990 a 2015, de 25.5 a 36.4%. Por otra parte, el Consejo Nacional de Población proyecta que la población adulta mayor en México será de 20.4 millones de habitantes para el año 2030.

Estas cifras deben dar paso a un análisis de fondo que nos conduzca a la construcción de una agenda social para el cuidado de las personas mayores, atendiendo el crecimiento latente de la demanda de servicios de salud, pensiones y jubilaciones, así como de infraestructura que responda a las necesidades de este segmento poblacional.

Nuestras personas mayores han llegado a su máximo desarrollo físico, alcanzado su plenitud espiritual e intelectual, y por ende han adquirido el único bien insustituible en cualquier tiempo y espacio: la experiencia. Es imperativo para nuestro país redoblar el paso y continuar incorporándolos a la vida social, económica y política en esta importante etapa de su vida, y trabajar de manera conjunta, sociedad y gobierno, para erradicar de una buena vez el ominoso edadismo que tanto lastima y limita el desarrollo humano de nuestros adultos mayores.

En el ISSSTE asumimos con responsabilidad y convicción el compromiso ético y moral de brindar un trato digno e integral a nuestros derechohabientes adultos mayores. Por ello, otorgamos atención médica gerontológica a más de un millón de jubilados y pensionados; construimos Casas de Día para el Adulto Mayor con el objetivo de proporcionar un espacio donde puedan pasar la jornada de una forma entretenida, segura y saludable. Además, se han agilizado los trámites que realizan; mediante el aprovechamiento de nuevas tecnologías, se eliminó el pase vigencia presencial y se redujo el plazo para el pago de las pensiones a diez días. Somos la única institución que les otorga créditos y a tasas preferenciales, y ponemos a su alcance paquetes turísticos para ellos y sus familias. De igual forma, para proporcionarles una atención con calidad y calidez, se capacita permanentemente en derechos humanos al personal que les brinda atención y se cuenta con un curso multimedia de apoyo para cuidadores de personas de la tercera edad.

Somos una institución agradecida con quienes a lo largo de generaciones dedicaron su vida para servir a México. Los trabajadores al servicio del Estado, activos, jubilados o pe

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