Este año, el tema de la celebración [hoy] del Día Mundial de las Ciudades, “Diseñadas para convivir”, pone de relieve el papel fundamental que desempeña el diseño urbano en la creación de medios urbanos sostenibles, socialmente integrados y prósperos.
Un buen diseño puede ayudar a combatir el cambio climático. Reduce el efecto de los desastres. Puede ayudar a hacer que nuestras ciudades sean más seguras, más limpias y más equitativas e integradoras. Promueve la igualdad de acceso a los servicios, los empleos y las oportunidades, y fomenta la satisfacción.
Los desafíos que plantea la rápida urbanización ocupan un lugar prominente en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible recientemente aprobada. El objetivo 11 consagra el compromiso de “lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles”. Como parte de una agenda integrada, las ciudades y los asentamientos humanos tienen un importante papel que desempeñar en todo el espectro de los 17 objetivos.
La Conferencia de las Naciones Unidas sobre la Vivienda y el Desarrollo Urbano Sostenible (Hábitat III), que se celebrará en Quito en octubre de 2016, es una oportunidad para examinar un nuevo programa urbano que pueda aprovechar el poder y las fuerzas que impulsan la urbanización y movilizarlos en aras del bien común. Las ciudades y los asentamientos humanos son lugares en que vivimos, que compartimos, que creamos, que construimos y en los que soñamos juntos. Utilicemos el buen diseño para hacerlos sostenibles, inclusivos y prósperos para todos.
Secretario general de Naciones Unidas