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El regreso del coach Sergio Valdeolmillos a la selección mexicana de basquetbol es el primer golpe de autoridad de Alfredo Castillo como Director de la Conade. Una primera señal de que se quiere hacer un cambio en el deporte de nuestro país.
Dejen les comentó que en el 2014 México asistió a un Mundial de baloncesto después de 40 años gracias al buen equipo que Valdeolmillos conformó con jugadores como Gustavo Ayón, Jorge Gutiérrez, Héctor Hernández, entre otros. Además, bajo su mando, ganaron la medalla de plata en los Juegos Panamericanos de 2011, la medalla de oro en el Premundial de Venezuela 2013 e igualmente el metal dorado en el Centrobasket 2014 que se realizó en Nayarit. El error del español fue haber manifestado sus inconformidades ante los medios de comunicación, señalando que a pesar de todos estos logros las autoridades del deporte de nuestro país y del básquetbol no los habían apoyado de la mejor manera.
No importó que el entrenador y sus jugadores estuvieran saliendo adelante por méritos propios, hay que decirlo, ni que después de tantos años pantanosos propiciados por un personaje en específico como lo fue Jorge Toussaint, por fin se viera la luz. Porque ahí estaban Juan Manuel González (LNBP), Modesto Robledo (Ademeba), Jesús Mena (Conade) y el propio COM para agarrar de cuello al baloncesto y llevarlo una vez más a las tinieblas. Un buen día decidieron hacer una conferencia de prensa y sin explicación lógica anunciar a un nuevo coach, al ex NBA Bill Cartwright, y así terminar con un proceso exitoso.
A Sergio Valdeolmillos no solamente lo hicieron a un lado, sino que además de todo nunca le pagaron lo que le debían del trabajo que ya había hecho y mucho le dieron una explicación del por qué estaban rompiendo su contrato que terminaba hasta este año. Por supuesto que nunca le dieron la cara, porque sencillamente no había argumentos válidos. Simplemente quisieron demostrar, una vez más, que no había nadie por encima de ellos, incluso el desarrollo de uno de los deportes más seguidos de nuestro país.
Las buenas noticias llegaron con el cambio de administración en la Conade. Gustavo Ayón, el mejor jugador mexicano de la actualidad y no un jugador más como en su momento se cansó de decir Juan Manuel González, presidente de la LNBP; fue el primero con el que Castillo se puso en contacto. Lo escuchó y tomó en cuenta sus recomendaciones, no condiciones como muchos lo han hecho ver. El actual jugador del Real Madrid de Baloncesto pidió que hubiera un proyecto bien estructurado para este deporte, no sólo para él sino para todo el equipo. Ayón hace muy bien, tiene la oportunidad de cambiar una historia que siempre ha estado llena de telarañas. Tiene el liderazgo, la autoridad y todo el derecho de hacerlo. Me parece excelente que esté tomando esta posición y que si no se le cumple se niegue a formar parte nuevamente del equipo nacional. Eso y más se merece la gente que no ha sabido valorarlo.
Se acerca el Preolímpico que se realizará del 31 de agosto al 12 de septiembre en el Palacio de los Deportes de la Ciudad de México, y a todos conviene que Sergio y Gustavo estén en la selección, incluso a aquellos que en su momento quisieron hacerlos a un lado. Tan es así, que se han tenido que tragar sus palabras, qué digo tragar, atragantarse con ellas. Padilla y Juan Manuel González ahora dicen que pondrán todo de su parte para tener un buen proyecto en el baloncesto, cuando hace unos meses su discurso era totalmente contradictorio y ellos mismo terminaron con esa buena racha. Modesto Robledo, presidente de ADEMEBA, simplemente ha desaparecido o se mantiene al margen esperando ver a qué lado le conviene ir.
El coach Sergio Valdeolmillos tiene una misión complicada, no dudo de su calidad, pero el proceso se ha roto. Incluso será más complicado que cuando no había nada, porque algunos estarán esperando como hienas el fracaso. Porque sí, estimado lector, hay quienes se alegrarán si la reincorporación del español no resulta exitosa y no se clasifica a los Juegos Olímpicos de Río 2016, asunto que hay que decir, es muy complicado porque serán sólo dos lugares para diez selecciones. Confío plenamente en que lo lograrán.
Es positivo que la directiva del deporte esté tomando estas medias, ojalá continúe haciéndolo y no se deje intimidar por nadie. Nadie puede hacerlo, porque él es la máxima autoridad en el deporte y así tiene que demostrarlo. Para finalizar sólo quiero decirle a Gustavo Ayón que le deseo mucho éxito en la final de la Euroliga que jugará este domingo con el Real Madrid ante Olympiacos. Estás hecho para cosas grandes, no desistas.
Profesor. prensa@anv.com.mx