Mientras llega en versión oficial del último tango cuántico de vuelta de tuerca, tras vuelta de tuerca del verdadero abuelo héroe del cine de acción, Arnold Schwarzenegger, los rebeldes de siempre ya le organizaron su debida alfombra negra, con una edición digital llegada del lejano oriente, celebrando sus sofisticados efectos especiales en una trama sumamente entretenida, divertida e increíble fuera de toda lógica cinematográfica posible.

Desde luego que es un blockbuster pero de Serie B, que conste; con un Terminator viejo pero no obsoleto, que reclama urgentemente su lugar en el geriátrico del fantástico mundial. ¿Qué sustancias seguramente psicotrónicas prohibidas tomaron los guionistas: Laeta Kalogridis y Patrick Lussier, para esta sucesión interminable de cambios de último segundo en la línea materna y paterna de Sarah, John Connor y Kayle Reese?, sólo ellos saben. El director Alan Taylor, el de series de tv como Roma, Juego de Tronos y la fantástica Thor, ni siquiera se atrevió a preguntarles.

Como La Falla de San Andres, los efectos especiales acaban comiéndose la película, aunque los verdaderos efectos tras las imágenes, los lingüísticos, cortesía del ex Gobernator, son el alma de esta, aparentemente, última entrega de la saga, y hasta convendría hacer un tratado de los que dice el abuelo de los terminators, a cada rato, sin que nadie le pida su opinión y al amparo de su sola imagen. El abue no tiene problema en parodiarse a sí mismo, sin el menor pudor. Por algo es el del crédito más sólido en el reparto.

Mientras sus altas ventas van en busca del Parche de Oro, Garfio de Plata y Gata de Cobre, en Tlalpujahua, la edición 2015 del Feratum que concluye el día de mañana, ha dejado un saludable saldo rojo de horror, fantasía, terror, ciencia ficción (y fricción), luego de celebrar a personajes como Brian Yuzna, Tina Romero y Juan Carlos Colombo, y presentar cintas que esperemos rolen pronto como Ladronas de almas, de Juan Antonio de la Riva; Turbo Kids, Tales of Halloweeen, The Editor, After death y el nuevo film de Pepe Buil: La Fórmula del Dr. Funes, más un rastro de buenas retrospectivas y cortometrajes que confirman al festival como el más importante de México en el rubro fantástico.

Feratum también pasó revista al México bronco con los títulos: Arena Azteca Budokan, del indomable Orlando Jiménez; El que vendrá y El silencio del roble, de Russel Álvarez; Más negro que la noche, de Henry Bedwell; Perdidos, de Diego Cohen; Piel rota, de Leopoldo Laborde, Suéltame de Noé Hurtado; Visitantes, de Acán Cohen y el documental —que ya salió en DVD oficial— México bárbaro, con dirección múltiple.

pepenavar60@gmail.com

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