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¿Por qué México no crece? Los problemas del país para alcanzar un desempeño productivo más favorable no son de coyuntura, en realidad obedecen a un problema estructural de modelo económico.
México ha sido un alumno destacado en el seguimiento de los lineamientos que durante los últimos 30 años han sido ponderados como indispensables para alcanzar estabilidad y crecimiento económico.
En su libro One Economics Many Reccipes, Dani Rodrick señala 20 reglas de “buen comportamiento” para la promoción del crecimiento económico que se derivan de lo que se conoce como el Consenso de Washington.
Disciplina y reforma fiscal así como re-orientación del gasto público son tres de las recomendaciones básicas para, en teoría, mejorar la salud de las finanzas públicas y elevar su eficacia.
Liberalización económica, apertura a la inversión extranjera directa, privatizaciones y desregulación son otros de los cambios sugeridos a los gobiernos para mejorar el desempeño económico de su país.
Adherirse a la disciplina del la Organización Mundial de Comercio, mercados laborales flexibles, independencia del banco central y un objetivo inflacionario complementan la lista esencial a implementar para encontrarse en la ruta del crecimiento económico, según la visión del Consenso de Washington.
Como puede apreciarse, en general, México ha seguido las recomendaciones citadas; sin embargo, sigue siendo un país que solamente crece 2.5%.
Se podría citar que hay algunos elementos como la corrupción y la gobernanza corporativa que aún se encuentran a la zaga de los cambios requeridos por el Consenso de Washington.
Como mencionamos en la columna de la semana pasada, los indicadores de Competitividad del Foro Económico Mundial dan cuenta de que México ocupa posiciones decepcionantes en los pilares relacionados con el desempeño de las instituciones públicas, ética, seguridad y corrupción. Encontrarse al mismo nivel de naciones africanas o de algunas latinoamericanas que hace 30 años tenían problemas de guerrillas militares no es un buen indicador para la economía 15 del mundo.
No obstante, la mayor parte de las reformas recomendadas por el Consenso de Washington fueron aplicadas en México, algunas como la apertura económica ya acumularon 30 años de vigencia. En ese sentido la duda persiste ¿Por qué México no crece?
La justificación no es la falta de disciplina a los lineamientos del Consenso de Washington y tampoco lo es la carencia de funcionarios técnicamente preparados.
A inicios del siglo XXI, el Premio Nobel Joseph Stiglitz señaló que América Latina estaba enfrentando una mayor volatilidad y recurrencia de crisis económicas, pero que esto acontecía a pesar de que se tenía un mayor conocimiento técnico sobre el funcionamiento de la economía. Se había profesionalizado el funcionamiento de las áreas encargadas de elaborar la política económica. Entonces ¿por qué no hay mejores resultados?
El propio Rodrick propone una hipótesis pertinente, la mayor parte de las economías asiáticas, las más exitosas de los últimos 40 años, aplicaron modelos híbridos que no se apegaron a las recomendaciones del Consenso de Washington. En pocas palabras reconocieron las tendencias mundiales de apertura y flexibilización económica pero se prepararon en función de sus necesidades elaborando programas y estrategias para fortalecer a sus empresas nacionales. Las prepararon para competir en la economía global.
Educación de calidad, infraestructura competitiva, financiamiento, desarrollo industrial, cultura innovadora, combate a la corrupción y apertura económica regulada fueron algunos de los elementos centrales de su estrategia. En muchas ocasiones se confrontaron con las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, pero no cedieron en lo esencial.
Hoy el resultado es claro, las naciones asiáticas no sacaron 10 en conducta, pero si en aprovechamiento. No se puede decir lo mismo de México. El país es un ejemplo de buen comportamiento pero solo crece 2.5%. Y eso cuando Estados Unidos tiene un buen desempeño.
Director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico
