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Las nuevas generaciones de nuestro país están creciendo en un mundo de cambios inmediatos en el que todo está al alcance de un clic o de una aplicación: la educación, el entretenimiento, la comida, la información, etc.
Sin embargo, nuestros jóvenes también están creciendo en un país donde, a la gran mayoría, no se les están facilitando las herramientas y las oportunidades para que con su talento y trabajo puedan salir adelante.
Principalmente, esto ha sido consecuencia del estancamiento de nuestra agenda política y de nuestra forma de hacer política. Tenemos más de 100 años hablando de los mismos temas: empleos, buenos salarios, educación, salud y seguridad.
En todo este tiempo, no hemos sido capaces de resolver estos problemas, y creo que en gran medida la causa se resume a una razón particular: seguimos haciendo política de la misma forma, no hemos evolucionado.
Lo más preocupante es que los mexicanos están cada vez más cansados de los mismos políticos y de los mismos partidos, porque no ven trabajo ni soluciones.
Los políticos mexicanos no han terminado de entender que la forma de hacer política debe cambiar, no podemos seguir tomando decisiones verticalmente, ahora la política nos exige que las decisiones se tomen horizontalmente, es decir, escuchando a todos y viendo a las personas a los ojos.
Lo que le sucedió a Estados Unidos con Trump es algo que nos podría suceder en México si no cambiamos la forma de hacer política. Necesitamos una política cercana, que escuche a la ciudadanía, que obedezca sólo a los intereses de la gente y que priorice la lucha contra la desigualdad. Esa desigualdad que ha permitido que tan sólo 4 mexicanos posean una fortuna equivalente a cuatro veces el presupuesto de infraestructura para todos los estados del país en 2017 y que tiene sumidos en la pobreza, por la falta de oportunidades, a millones de mexicanos. Seguimos siendo un país en el que pocos tienen millones y millones tienen poco.
Mucha gente se está dejando seducir por el populismo y las soluciones fáciles que personajes como Andrés Manuel López Obrador ofrecen; esto ha sido culpa de gobiernos y políticos que han trabajado por muchos intereses, menos por los de la ciudadanía. El sistema político mexicano necesita recomponer el rumbo y volver a trabajar por crear las leyes que nos permitan tener un país en el que sea nuestro esfuerzo, talento y dedicación lo que marque nuestro destino en la vida y no dónde ni cómo nos tocó nacer.
Diputada federal del PRI