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Con tan solo echar un vistazo a los medios informativos en las últimas semanas sabemos que 2017 será un año complicado para nuestro país: Donald Trump asumirá la presidencia de Estados Unidos; aumento de tasas por parte del Banco de México; el precio del dólar a la alza y muchos etcéteras.
Ante este panorama es preciso detenernos a pensar qué es lo que estamos haciendo para mejorar las condiciones internas del país y, sobre todo, darle oportunidades a millones de mexicanos que viven en la desigualdad.
México vive los estragos de un modelo económico que en casi tres décadas no ha podido sacar de la pobreza a más de 50 millones de personas; los últimos gobiernos no han sido capaces de escuchar a la gente de a pie, a la clase trabajadora que diariamente comienza su jornada en la madrugada y la termina de noche a cambio de un sueldo que a penas le alcanza para subsistir. Se han tomado decisiones que, lejos de beneficiar a la gente, no hacen más que empobrecerla.
Sacar de la pobreza a millones de mexicanos requiere un esfuerzo conjunto de sociedad y gobierno para que todos tengamos las mismas oportunidades de desarrollo y sea nuestro esfuerzo, talento y dedicación lo que marque nuestro destino en la vida, y no dónde ni cómo nos tocó nacer.
En el ámbito económico es urgente apoyar a los emprendedores, que son la fuerza de la economía de nuestro país y que no han recibido los apoyos que les ayudarían a crecer exponencialmente.
Digo esto porque a pesar de que las pequeñas y medianas empresas generan más del 80 por ciento de los empleos, aún se siguen enfrentando a grandes obstáculos para poder crecer.
Siempre se ha visto a Estados Unidos como un modelo aspiracional, el famoso “sueño americano”, y perdemos de vista que podemos construir el sueño mexicano. De entrada, tenemos el talento, la fuerza y la determinación que siempre nos lleva a salir adelante.
La fortaleza de nuestro país está en el talento de sus jóvenes y de sus empresas; necesitamos que las empresas mexicanas crezcan cada vez más con apoyos económicos para infraestructura, créditos e incentivos fiscales, para que puedan ofrecer más empleos con buenos sueldos y así poder competir con cualquiera.
Necesitamos fortalecer ese y otros rubros de la economía interior del país. Sólo de esa manera podremos hacer frente al adverso panorama que se viene para los próximos años; la mejor forma de ser independientes es depender de nosotros mismos.
Diputada federal del PRI
