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Lejos de contribuir a mejorar la cooperación internacional como podría haberse esperado, la pandemia de coronavirus está intensificando la rivalidad entre Estados Unidos y China , mientras toma forma un nuevo orden mundial posterior a la crisis.
Cabe recordar que la emergencia provocada por la pandemia llega después de más de un año de negociaciones comerciales inconclusas , caracterizadas por la creciente influencia del gigante asiático en los mercados mundiales y la falta de compromiso de Washington, que ha transformado las sanciones en el instrumento favorito de sus políticas unilaterales.
La última ronda de tensiones fue detonada por el presidente de Estados Unidos , Donald Trump , y sus colaboradores, al insistir en hacer alusión al “ virus chino ” que amenaza con causar estragos en el país.
El “embate del virus chino no es su culpa”, tuiteó Trump el miércoles en referencia a las personas forzadas a dejar de trabajar por la epidemia .
Días antes, el senador derechista Tom Cotton , considerado una estrella republicana en ascenso, declaró que busca “ hacer responder ” a China por la pandemia .
A principios de febrero, Cotton no descartó la posibilidad de que el Covid-19 haya sido desarrollado por Beijing en un “ super laboratorio ” y que el daño del virus sea “peor que Chernobil ”.
En reacción, Zhao Lijian , vocero de la cancillería china , aseguró que Estados Unidos “trajo” el virus a su país durante los Juegos Militares Mundiales de octubre de 2019 efectuados en Wuhan . “¿Cuándo empezó el paciente cero en Estados Unidos ? ¿Cuánta gente está infectada? ¡Sean transparentes! ¡Hagan públicos sus datos! Estados Unidos nos debe una explicación”, tuiteó Zhao .
Más allá de la coyuntura, es evidente que la administración Trump está preocupada por el impacto económico de la pandemia en las elecciones generales de noviembre de 2020 , y que esa fue también una de las razones detrás de la lenta respuesta a la amenaza cuando el coronavirus se expandía en China hace tres meses, al grado en que Trump llamó el “ nuevo engaño ” a las críticas demócratas sobre sus preparativos, durante un mitin de campaña en Carolina del Sur.
En otras naciones, la pandemia ha sido usada para atacar a los vecinos por motivos políticos. Nayib Bukele, presidente de El Salvador , por ejemplo, suspendió los vuelos de pasajeros al pequeño país centroamericano tras acusar a México de permitir que doce personas enfermas abordaran un vuelo a San Salvador , lo que fue rápidamente desmentido por autoridades mexicanas.
Bukele no aportó pruebas de su denuncia, pero la razón tras bambalinas, de acuerdo con medios salvadoreños, es el asilo otorgado por México a Othón Reyes Morales , ex líder del Parlamento de su país acusado de corrupción.
El riesgo de manipular la crisis de salud , social y económica llevó a que expertos en derechos humanos de Naciones Unidas urgieran a los Estados a evitar extralimitarse en sus medidas de seguridad por la epidemia , así como a recordarles que los poderes de emergencia no deben emplearse para anular la disidencia.
“Mientras reconocemos la severidad de la crisis y reconocemos que el uso de poderes de emergencia está avalado por la legislación internacional en respuesta a amenazas significativas, recordamos urgentemente a los Estados que cualquier respuesta al coronavirus debe ser proporcional, necesaria y no discriminatoria”, dijeron los expertos.
Acciones represivas
“Las declaraciones de emergencia basadas en la epidemia no deben emplearse como base contra grupos en particular, minorías o individuos. No deben servir como cobertura para acciones represivas bajo la apariencia de proteger la salud, ni deberían ser usadas para silenciar el trabajo de los defensores de derechos humanos”, añadieron.
De vuelta al tema de la rivalidad Estados Unidos-China , también es importante destacar que Beijing está ganando la batalla de la imagen pública, gracias a las medidas extremas pero efectivas adoptadas para detener la propagación del virus , así como su enfoque proactivo de cooperación internacional , enviando ayuda médica directa a los países más afectados, como Italia y España , cuando la Unión Europea virtualmente limitó su apoyo al área financiera.
Después de años de austeridad neoliberal impuesta por los ministerios de Finanzas del Eurogrupo , que desmanteló al Estado de bienestar en las dos naciones mediterráneas y castigó severamente a Grecia durante su crisis de la deuda en 2015, se espera que el sentimiento anti Unión Europea aumente entre los italianos.
Las naciones que no son parte de la Unión Europea también están desilusionadas. “ La solidaridad europea no existe , era un cuento de hadas”, subrayó el presidente serbio , Alexandar Vucic , al anunciar la situación de emergencia en el país balcánico.
Vucic
, quien fue promotor de la integración de Belgrado en la Unión Europea , fustigó al bloque por “dar clases” a Serbia en el pasado en torno a “porqué no debería comprar productos chinos” e informó que “envíe una carta al presidente Xi [ Jinping ], en la que por primera vez oficialmente le llamé no sólo querido amigo, sino también un hermano y no sólo mi amigo personal, sino también un amigo y hermano de este país”.
En contraste, Estados Unidos mantiene e incluso incrementa su política de sancionar y bloquear a antagonistas desde Sudamérica hasta Oriente Medio . El martes, el Fondo Monetario Internacional ( FMI ), que controla, rechazó la solicitud de un crédito por USD $5,000 millones de Venezuela para ayudarla a encarar la pandemia , pese a la preocupación por su débil economía y servicios públicos.
“Desafortunadamente, el Fondo no está en posición de considerar esta solicitud”, porque “no hay claridad” sobre el reconocimiento internacional del gobierno venezolano, indicó la institución.
También el martes, Washington impuso sanciones a nueve entidades con sede en Sudáfrica , Hong Kong y China , así como a tres individuos iraníes, por participar en “transacciones significativas” para comerciar petroquímicos iraníes. Mike Pompeo , secretario de Estado , urgió a Teherán a liberar ciudadanos estadounidenses detenidos, como “gesto humanitario” por el coronavirus .
Irán
ha reportado más de 16,169 casos de coronavirus y 988 muertes en una de las peores epidemias fuera de China , y la situación se agrava por las agobiantes sanciones de Estados Unidos , en especial desde que la administración Trump se retiró hace dos años del acuerdo multilateral que congeló las actividades nucleares iraníes .
Como en el caso venezolano, Teherán solicitó un préstamo al FMI —por primera vez en 60 años—para financiar de emergencia sus esfuerzos contra el Covid-19 . El 4 de marzo, el FMI anunció que haría disponibles más de USD $50,000 millones mediante su Instrumento de Financiamiento Rápido , un mecanismo enfocado en los “ mercados emergentes y de bajo ingreso ”.
Sin embargo, explicó responsiblestatecraft.com , debido a la campaña de “máxima presión” de Estados Unidos sobre la República Islámica, que incluye una serie de barreras financieras que obstaculizan su acceso a los bancos centrales de Europa , Japón e India , así como sus propias reservas extranjeras que conserva en cuentas en todo el mundo, es improbable que Irán reciba el crédito del FMI , lo que complicará su capacidad de respuesta al coronavirus .
La pandemia también está exhibiendo los agudos contrastes entre las medidas tomadas en cada país y sus repercusiones potenciales a escala internacional. Un reporte del diario alemán Die Welt que reveló que la Casa Blanca ofreció “grandes sumas de dinero” a la firma médica germana CureVac para desarrollar una vacuna “ sólo para Estados Unidos ”, provocó amplia indignación el fin de semana.
A la luz de los enormes recursos que se están dedicando a mantener a flote el sistema financiero, ha suscitado notable controversia asimismo la propuesta para dejar que el virus se propague y genere inmunidad en el Reino Unido . Sir Patrick Vallance , jefe de asesores científicos del gobierno , afirmó que una de “las cosas clave que necesitamos hacer” es “crear algún tipo de inmunidad de grupo para que más gente sea inmune y reduzcamos la transmisión”.
No obstante, con una población de 66 millones en el país, dicha estrategia llevaría a que hasta 40 millones resulten infectados. Dependiendo de la tasa de mortalidad —estimada en 1% a nivel global—el promedio de muertes en el camino a mejorar la inmunidad alcanzaría de 300,000 a más de un millón de personas.
El rechazo al plan hizo que Downing Street adoptara otras medidas, como la promoción de la distancia social en línea con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud ( OMS ); por el contrario, Mark Rutte , primer ministro holandés , señaló que un aislamiento masivo no es factible y que su gobierno optó por la “ distribución controlada ” del Covid-19 “entre grupos que están en menor riesgo”.
“Aquellos que han tenido el virus generalmente son inmunes después, tal como en el pasado con el sarampión ”, declaró Rutte el lunes. “Entre mayor sea el grupo inmune, menos oportunidad tendrá el virus de saltar a los adultos mayores vulnerables y la gente con mala salud ”, enfatizó.
“Ese es el principio. Pero debemos entender que puede tomar meses o incluso más tiempo crear inmunidad de grupo y que durante ese tiempo necesitamos proteger lo más posible a la gente que está en mayor riesgo”, agregó Rutte.
Editado por Sofía Danis
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