Tras afirmar que en el país hay una transformación, un cambio cultural en marcha “que nos va a dar buenos resultados”, el empresario Ricardo Salinas Pliego, presidente de Grupo Salinas, deja claro que no tiene aspiraciones políticas rumbo a 2024: “No tengo motivo, causa o razón para aspirar… yo no quiero ni tengo necesidad de ser parte del Poder Ejecutivo”.

En entrevista con EL UNIVERSAL subraya que “ser parte del debate público no significa aspirar al poder”.

Destaca que cualquier buen ciudadano, comprometido, puede aspirar a gobernar: “Lo puede ser un emprendedor, una maestra o un médico; un buen gobernante no se define por su profesión, sino por su capacidad de trabajar en equipo para resolver los grandes problemas de los mexicanos”, señala.

El dueño de TV Azteca, quien se ha pronunciado por la desaparición del Instituto Nacional Electoral (INE) porque está secuestrado por partidos políticos, protege intereses oscuros y no es democrático, para dar paso a un organismo que refleje un nuevo arreglo social que garantice la verdadera democracia, arremete contra los institutos políticos nacionales actuales.

“Los partidos políticos no son verdaderos vehículos de representación ciudadana y les toca hacer un muy serio ejercicio de autocrítica para reducir su costo y el de las elecciones.

“Deben poner por delante los intereses ciudadanos antes que los suyos. En los partidos políticos hay gente de mucho valor porque cree en la política, en la construcción de acuerdos.

“El reto está en que sean esas voces, las genuinamente ocupadas en el futuro, las que destaquen y rompan con las inercias tradicionales”, expresa el propietario de TV Azteca y de Grupo Salinas.

Salinas Pliego advierte que la mejor ayuda que pueden dar los gobiernos a las empresas de todos los tamaños, es reconocer su libertad para emprender, para invertir y crear empleos.

Detalla que si se ponen trabas, procesos y trámites burocráticos se desincentiva a quienes quieren y pueden aportar al desarrollo económico del país.

¿Cómo ve usted al México de hoy a un año de haber iniciado la emergencia sanitaria por el Covid-19?

—Veo a un México fuerte que ha sabido sobreponerse a los enormes retos que implicó la emergencia sanitaria por el Covid-19. No fue fácil, pero los mexicanos aprendimos que el miedo es muy mal consejero y que tenemos que vivir sin él, luchando a diario.

México es un país muy rico gracias a su gente, que no se detiene ante las adversidades, al contrario, siempre innova para salir adelante.

¿Cuál es su percepción del panorama económico?

—Están presentes las condiciones para recuperarnos y mejorar. Se están creando empleos y los empresarios como yo confiamos en México, por eso estamos invirtiendo.

¿La política social del presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido adecuada, falta mayor apoyo a micro, pequeñas y medianas empresas y a los grandes sectores empresariales?

—La mejor ayuda que pueden dar los gobiernos a las empresas de todos los tamaños, es reconocer su libertad para emprender, para invertir y para crear empleos.

Mientras más fácil sea crear una empresa para poder vender un producto u ofrecer un servicio será mejor para la economía, en cambio, si se ponen trabas, trámites y procesos burocráticos, se desincentiva a quienes quieren y pueden aportar.

El presidente López Obrador acusa constantemente resistencias al cambio que él encabeza, ¿usted cree que existen esos bloques que Andrés Manuel López Obrador llama “conservadores”?, ¿quiénes se resisten a ese cambio?

—Yo creo que existen visiones distintas entre quienes apuestan por México y quienes apuestan contra él. Yo estoy del lado de los que ven posible un mejor futuro con base en trabajo e inversión.

¿Qué espera usted del proceso electoral en curso?

—A todos nos conviene que los ciudadanos participen, tanto en las elecciones, como antes y después de ellas. Es un deber ciudadano ser parte cotidiana de la vida democrática.

Sin embargo, el modelo de competencia y votación no fomenta la participación, las potiza, no ayuda a tomar buenas decisiones y hay una gran cantidad de recursos públicos desperdiciados en campañas políticas insensibles a las necesidades de los mexicanos.

¿Y a los partidos políticos y sus liderazgos, cómo los ve usted en este momento?

—Los partidos políticos no son verdaderos vehículos de representación ciudadana. A ellos les toca hacer un muy serio ejercicio de autocrítica para reducir su costo y el de las elecciones.

Deben poner por delante los intereses ciudadanos antes que los suyos.

En los partidos políticos hay gente de mucho valor porque cree en la política, en la construcción de acuerdos y está viendo cómo mejorar las circunstancias de los mexicanos.

El reto está en que sean esas voces, las genuinamente ocupadas en el futuro, las que destaquen y las que rompan con las inercias tradicionales.

¿A casi tres años del triunfo de Andrés Manuel López Obrador en los comicios por la Presidencia de la República, nuevamente hay vientos de cambio?

—Yo veo que hay una transformación, un cambio cultural en marcha que nos va a dar buenos resultados, y lo importante es que esos cambios no son ni pueden ser de un día para otro, sino paso a paso, para que sean de fondo.

Cada vez hay más impulso para la innovación, cada día hay mejores condiciones para emprender y esos cambios, que son de largo plazo, son los que debemos respaldar todos.

¿Rumbo a 2024, los actuales liderazgos políticos que comentábamos anteriormente pueden ser una opción?

—Los liderazgos se construyen a diario y durante mucho tiempo. En todos lados hay buenos perfiles, como también los hay fuera de los partidos políticos.

Creo que los jóvenes deben ser la fuerza que encabece los próximos tiempos y creo que esa juventud debe ser innovadora e inconforme.

Lo importante es que quienes aspiran a conseguir votos en 2024 pongan por delante a México y a los mexicanos.

Usted ha tomado protagonismo en la escena política nacional en los últimos tiempos, ¿busca ser, dentro de los liderazgos que hay en el país, una opción para los mexicanos en 2024?

—No. Aunque le tengo mucho respeto al poder público en todos los niveles, yo no quiero ni tengo necesidad de ser parte del Poder Ejecutivo [federal]. No tengo motivo, causa o razón para aspirar.

Yo trabajo todos los días para que mis empresas brinden opciones y oportunidades a todos los mexicanos, mi trabajo es el de un empresario comprometido con México y el futuro, generando valor y creando empleos. Eso es prosperidad incluyente para todo mi circuito económico.

Participo en muchas cosas, no sólo ejerciendo mi libertad de expresar ideas, también impulso proyectos de formación de liderazgos, de creación de entornos propicios para libertad y la innovación.

Ser parte del debate público en el país no significa aspirar al poder político.

¿Un empresario exitoso puede ser capaz de gobernar un país como México?

—Cualquier buen ciudadano comprometido puede aspirar a gobernar, lo puede ser un emprendedor, una maestra o un médico, un buen gobernante no se define por su profesión, sino por su capacidad de trabajar en equipo para resolver los grandes problemas de todos los mexicanos.

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