Con gritos de “¡Queremos votar, queremos votar!”, “¡Números, números!”, miles de personas de diferentes estados se concentraron en la casilla especial de la sección 4846, que se instaló en la Universidad del Claustro de Sor Juana, mientras que los funcionarios del lugar insistieron en que no contaban con boletas y los invitaron a buscar otra casilla; sin embargo, los ciudadanos permanecieron ahí más de 10 horas, sin que muchos lograran ejercer su derecho al sufragio.
Carmen, de Puebla, no ejerció su voto; argumentó que tenía toda la disposición, pero la falta de boletas y mala organización se lo impidió.
“Estoy desde las nueve de la mañana y la fila inició en San Jerónimo pasando la calle de Mesones… ya estábamos a dos cuadras para ejercer el voto, pero los del INE nos dijeron que no había boletas, que buscáramos otra casilla, aguantamos el calor, no se pudo, somos cientos los que nos quedamos sin votar”, contó a EL UNIVERSAL.
El señor Lorenzo, originario de Guadalajara, acompañado de su esposa, dijo que se formó desde las 09:00 horas y tenía cinco horas esperando para ejercer su voto; “en 11 cuadras hay entre mil 500 personas que no pueden votar… dicen que no hay boletas, yo vengo de otras dos casillas que ya no tenían boletas”.
Resaltó que no estaba dispuesto a dejar perder su voto y que buscaría otra casilla, pero reconoció que estaba agotado.
Don Antonio, originario de Quintana Roo, refirió a su vez que acudió a la casilla especial con la ingenuidad de ejercer su voto. “Desafortunadamente me encuentro con este tipo de represión, limitaciones. Preguntamos y los representantes del INE dicen que sólo cuentan con mil boletas… Quiero ejercer mi voto como un ciudadano libre y creer que existe democracia, no queremos hacer proselitismo de algún partido.
“Pero los hechos demuestran que no están permitiendo ejercer nuestro derecho a la libertad de expresión”, remarcó.
Víctor, proveniente de Baja California, comentó que llegó a las 10:00 horas y al principio pensó que lo lograría, pero no alcanzó una de las mil papeletas, aunque sí liberaron una urna electrónica.
Externó que había mil turnos antes que él y tampoco alcanzó, porque enumeraron hasta el 450 y faltaban dos cuadras para llegar a su lugar. “Prácticamente me negaron el voto… tenía toda la intención y perdí todo el día”.